La ruleta no da más. Ya no hay marcha atrás y el partido de esta tarde ante el Pobla de Mafumet es de carácter casi definitivo, si te encumbra hasta las alturas y hace que te juegues el ascenso en la final de los play-offs, o definitivo del todo, si te manda al pozo de la Tercera División un año más. Total, que el San Fernando se juega la vida en tierras tarraconenses.

Y la ventaja de un gol, ese que anotó Sergio Castillo en el partido disputado el pasado domingo en el Iberoamericano de Bahía Sur puede parecer exigua. Y digo puede porque en el haber de los isleños, tal y como se ha señalada durante la semana, está el hecho de que se ha marcado en todos los partidos disputados esta temporada lejos de su feude, excepto en dos, y eso da las garantías de que existen muchas posibilidades de que los isleños vuelvan a mostrar su mejor cara, esa que mostró ante el Algeciras, Gerena, Lucena, Sanluqueño y Onteniente y se consiga perforar la puerta contraria, lo que haría que los catalanes tuviesen que marcar tres goles para eliminar a los azulinos.

Con ello, la expedición isleña partió ayer, por partes, camino de Tarragona. Una primera convocatoria, con el cuerpo técnico, el secretario técnico y los utilleros, lo hicieron a las seis y media de la mañana para viajar en talgo, y otra segunda, conformada por los 18 jugadores disponibles, Pepe Masegosa y Nono Olvera, lo hicieron a las tres y media para viajar en el AVE desde Sevilla con rumbo directo a la ciudad catalana, donde llegaron a las siete de la tarde para entrenar de manera suave antes de marchar a descansar.

Es cierto que en la expedición azulina se respiraba cierto aire de compromiso, pero, igualmente, también se ha viajado con un tremendo optimismo y los jugadores azulinos estaban plenamente convencidos de que se pasará la eliminatoria y que a la temporada le resta el postre, el aperitivo y la copa final, y que ésta será en forma de final de los play offs de ascenso.

Pero también son conscientes de que el rival en concreto es un duro escollo, un complicado argumento, una piedra que esquivar en el camino. Y por ello, no hay confianzas. Es más, los isleños estarán concentrados de manera espectacular desde el inicio del choque.

En el aspecto meramente deportivo, una duda y una baja. La duda reside en saber si será Ezequiel o Chapi el que ocupe la demarcación de interior izquierda por delante de José Mari. Masegosa no las tenía todas consigo y mantendrá la duda, al menos, hasta minutos antes del comienzo del choque. Y la baja, la de Carlitos. Una importante pieza del cuadro azulino se tuvo que quedar en La Isla. Finalmente, con fortuna, el chiclanero solamente tiene una elongación en el gemelo y en siete días, a lo sumo diez, podría estar disponible, por lo que si los isleños pasan la criba será el mejor refuerzo para los dos últimos partidos.