Subir 7314 metros de altura por una buena causa, una mezcla entre aventura, solidaridad y sobre todo superación personal son los pilares sobre los que se asienta la expedición Lenin Peak, que organiza la Asociación Española de Alpinistas con Cáncer y que ha sido presentada hoy en la Diputación de Cádiz por el diputado de deportes, Juan José Marmolejo, y el presidente de la Asociación, José Francisco García. También ha estado presente José Moreno, delegado en Cádiz de Oximesa.

“Estos ejemplos son los que deben de servir, ese ánimo de superación, ese carácter de reto personal” ha destacado Juan José Marmolejo, que ha destacado los valores que lleva aparejada esta expedición y que están ligados al deporte. “Lo importante no es llevarse una medalla o un trofeo deportivo sino poder luchar y vencer a la enfermedad”, ha explicado el diputado, quien ha destacado el carácter solidario del reto y que también ha señalado el auge de la afición al montañismo en la provincia.

El grupo compuesto por doce personas cuenta con dos gaditanos entre sus miembros. Los hermanos Francisco Javier y José Manuel Jiménez Flores, presente en la presentación. La expedición, que parte el próximo día 2 y hasta el día 29 no regresarán a territorio nacional, permitirá la entrega de ocho equipos de oxígeno el Hospital Infantil de Biskek, en Kirguistán, donados por la empresa OXIMESA, uno de los patrocinadores.

Esta asociación fue creada por José Francisco García en 2008, que había sido operado dos años antes de un cáncer, y encuentra enel alpinismo una manera de superar las adversidades y de combatir este mal. “Queremos trasmitir lo valores que nos han ayudado a superar la enfermedad” ha explicado José Francisco García, quien ha dado su testimonio personal: “A mí la vida me ha cambiado después de tener cáncer para bien, porque he aprendido que se debe ayudar”.

Además la expedición colaborará con la asociación ‘Un kilómetro, una sonrisa’ para conseguir un andador para Sheila, una niña con parálisis cerebral.

El pico Lenin se encuentra situado en la frontera entre Tayikistán y Kirguistán. A las dificultades que ya de por sí encierra el desafío de ascender a una cumbre de más de siete mil metros hay que añadir el factor de que en la expedición figuran ex enfermos de cáncer, un diabético, e incluso, una persona con una minusvalía visual del 80%, que sería la primera de estas características en alcanzar esta cumbre, según ha explicado la Asociación de Alpinistas con Cáncer.

La ascensión se organizará en torno a un campamento base que se establecerá a 3.600 metros de altitud, y tres campos de altura más a 4.400, 5.300 y 6.100 metros, que se irán montando progresivamente. La ascensión no es lineal pues para favorecer la aclimatación se asciende y desciende alternativamente a los campamentos antes de retomar el camino hacia la cumbre.