Economía

Andalucía saca pecho en exportaciones, pero no da el salto de calidad

  • La región logra en abril el primer superávit comercial en seis años, pero sigue centrada en vender productos de refino y alimentación

El vaso se puede ver medio lleno o medio vacío. Las exportaciones están erigiéndose en uno de los pocos brotes verdes que da alegrías a la economía andaluza -junto al incontestable sector turístico-, pero la composición de la cesta con rumbo al exterior no logra dar el salto de nivel para colgarse el cartel de alto valor añadido. Es decir, que Andalucía vende cada vez más al extranjero, pero los artículos que coloca son los tradicionales, aquellos que requieren de una escasa o nula elaboración y de una mínima complejidad tecnológica. Léase, productos de refino y alimentos.

Vayamos por partes. Las estadísticas muestran que el viento viene a favor de las exportaciones en el arranque de año. Según datos de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), éstas subieron un 34,8% en el primer cuatrimestre de 2011, hasta los 7.893,8 millones de euros, lo que colocó a Andalucía como segunda comunidad exportadora tras Cataluña, adelantando a Madrid. Las empresas andaluzas, conscientes del estancamiento del mercado interno, optaron por buscar negocio en otros países, con lo que fueron 7.638 -menos del 2% del total- las que emprendieron la aventura entre enero y abril. De ellas, 3.169 lo hacen de forma regular, esto es, llevan al menos cuatro años vendiendo sus productos fuera.

En este periodo de cuatro meses, fue el de abril el que cerró con mejores datos. Por primera vez en seis años, las exportaciones (2.179,5 millones de euros) superaron a las importaciones (2.176,3), con lo que se registró un superávit de 3,2 millones, un saldo positivo que no se veía desde junio de 2005. ¿A qué se debió? Las cifras de Extenda apuntan a una subida en dos tipos de mercancías: las especiales -no se especifican-, y las suministradas a buques y aeronaves. Entre enero y abril, sin embargo, siguió pesando un déficit de 1.558,4 millones, resultado de unas compras por valor de 9.452,3 millones -crecieron un 30,2%- frente a las mencionadas ventas de 7.893,8 millones.

Pero, ¿el buen dato de abril marcará tendencia? Todo parece apuntar a que no, ya que en mayo se dejará notar el impacto de la crisis de la E.coli, puesto que una de las mayores partidas con destino al extranjero es la de productos agroalimentarios. La caída de la demanda de pepinos y otras hortalizas se verá reflejada en las cuentas.

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Francisco Ferraro, apunta que lo que necesita Andalucía es subir un peldaño en la categoría de artículos que comercializa. "Vendemos productos tradicionales y algunos intermedios, pero hay que caminar hacia los avanzados -requieren de mayor tecnología y mano de obra cualificada- porque su demanda crece más rápidamente", explica. Sin embargo, no se muestra optimista. "Si en la fase de expansión no conseguimos cambiar la composición de la cesta, ahora menos", apostilla. Según el catedrático, la apertura de la economía andaluza es escasa. Sólo hay que echar un vistazo al peso de las exportaciones en el PIB de 2010: el 12,5% frente al 26,5% español. No obstante, afirma que si las estadísticas recogieran las ventas de Andalucía al resto de regiones, la cifra repuntaría, ya que "el comercio con el resto de España es superior al del extranjero".

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