Economía

El Banco de España advirtió a la CCM que su inversión en ladrillo era excesiva

  • Fernández Ordóñez pide que las cajas amplíen recursos propios "al menos con la misma facilidad que los bancos"

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aseguró ayer en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso que la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM) se hizo para "evitar una crisis de confianza en la entidad y una convulsión en los mercados". Además, planteó una modificación legislativa que permita a las cajas ampliar sus recursos propios "al menos con una facilidad parecida con la que lo hacen los bancos". A su juicio, esta posibilidad es "fundamental" para agotar "todas las soluciones privadas" al problema de una entidad "antes de pedir recursos al contribuyente".

El máximo responsable del banco emisor pidió también un cambio "institucional" que, "siguiendo el modelo del fondo de garantía de depósitos", permita al sistema financiero y a su supervisor cumplir con los requerimientos de estar en la UE "sin que sea necesario convocar un Consejo de Ministros cada vez" que haya una operación como la intervención de CCM.

El gobernador del Banco de España explicó que, "una vez que no se habían podido cumplir las expectativas de fusión (con Unicaja), existía riesgo evidente de que, tras la apertura de los mercado financieros del lunes día 30, la caja sufriera una crisis de confianza en los mercados de bonos y obligaciones y retiradas adicionales de depósitos en la red de sucursales que podrían provocar un colapso de liquidez".

Fernández Ordóñez, que subrayó que la actuación ha estado "impregnada de las lecciones de la evolución de la crisis financiera en otros países desarrollos", resaltó que el Banco de España actuó con "premura y contundencia" para que los problemas de CCM no contagiaran a otras bancos y cajas del país. El gobernador del BE quiso dejar claro que la caja 90 cuenta con "un patrimonio neto contable positivo". "Es decir, según las normas internacionales de contabilidad, no presenta ningún agujero patrimonial".

Sin embargo, Fernández Ordóñez precisó que la entidad está afrontando "serios problemas" y los situó "en una inadecuada gestión de riesgos y en una potente expansión del negocio, especialmente en el sector inmobiliario, que se financió en buena parte a través del recurso a los mercados de renta fija internacionales, generando importantes desequilibrios". Fruto de estos problemas, admitió en las cuentas de 2008 arrojarán pérdidas "importantes", pero "sustancialmente inferiores" a los 800 millones de euros que se han barajado. El máximo responsable del banco emisor apuntó que en 2003 y 2008 el Banco de España alertó a los administradores de la Caja de Castilla La Mancha sobre "el volumen dedicado a financiar la actividad promotora debido al elevado riesgo que comportaba".

Fernández Ordóñez aseguró que, tras una segunda inspección realizada el año pasado, se transmitió a los principales responsables de la caja la necesidad de encontrar "una solución que asegurase su viabilidad futura, preferentemente integrándose con otra caja de ahorros".

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