La sincronía no es una características válida para definir la relación entre el gobernador del Banco de España (BE), Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el ministro de Economía, Pedro Solbes. Ni la sincronía ni probablemente la mera coincidencia programática. Si Solbes tranquilizaba el lunes a la banca al garantizar que no habrá más intervenciones estatales tras el zarpazo a Caja Castilla La Mancha (CCM), Fernández Ordóñez deslizó ayer un mensaje bien distinto: otras cajas de la clase media podrían ser tuteladas por el BE. "Deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos" en la reestructuración del sistema financiero español, dijo.

El Banco de España no se refiere obviamente a todas las cajas, sino a aquellas de "menor tamaño" que hoy sufren más el efecto ladrillo y una expansión reciente y excesiva para su tamaño. Lo que subyace en el debate es un pulso ambicioso de final incierto: la conservación del mapa financiero actual a toda costa -es decir, a costa del contribuyente- o la depuración del mismo hasta contar sólo con los más solventes. ¿Imaginan un paisaje donde apenas coexistan, por ejemplo, La Caixa, Caja Madrid y Unicaja? Fernández Ordóñez, ex ministro socialista incómodo por sus tics de independencia, perderá la partida casi con toda seguridad. En el PSOE no gusta su apuesta. Y menos cuando además se sugiere la despolitización de los consejos de administración.

En cualquier caso, CCM sigue ahí. Y alimenta el debate político. El gobernador del BE comparece mañana en el Congreso para explicar los pormenores de la intervención. Tomará el relevo Solbes tres semanas después, el día 22, en la Comisión de Economía y Hacienda. También relatará la fallida operación el presidente de Unicaja, Braulio Medel, que reúne hoy a su consejo de administración en Málaga. La Junta observará aliviada en la distancia. No le preocupa el resultado de la negociación porque su objetivo sigue siendo otro. Lo recordó por enésima vez Enrique Cervera, portavoz del Ejecutivo andaluz, cuando afirmó que a lo largo de la presente legislatura deberán darse "pasos decisivos" hacia la creación de la supercaja autonómica. Cervera se animó cuando le mentaron lo de la CCM: la Junta "nunca va a actuar irresponsablemente en relación con las entidades financieras". Los problemas sufridos por la caja manchega, reflexionó, son de distinta naturaleza, si bien uno de ellos tiene que ver con una "gestión irresponsable por parte de terceros" que ha provocado una fuga importante de capitales, lo que pone en riesgo a la entidad. Se refería, claro, al PP, partido que estaría detrás de la retirada masiva de depósitos -hasta 300 millones, según fuentes del sector- sufrida por la CCM.

En Unicaja quieren unas vacaciones, una pausa tras tanta exposición mediática. Varios de sus consejeros admiten que pensar en otra operación es "hoy por hoy totalmente descartable" puesto que ven necesario "un tiempo de paz" tras la "batalla" fallida que supuso la fusión por absorción. Consideran asimismo que la opción de acelerar el proceso de fusión entre cajas andaluzas está en el aire. "Es prematuro predecir y aventurar que la teoría de las dos torres haya pasado al olvido", concluyen.

Los desmantelamientos, como las alfombras cuando se retiran, dejan a veces sorpresas. El último informe corporativo remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores refleja que los partidos tenían contraídos con Caja Castilla La Mancha créditos por un importe de 894.611,31 euros en 2007, de los que aproximadamente el 42% correspondían al Partido Socialista, del que por supuesto proviene el ya ex presidente de la caja, Juan Pedro Hernández Moltó, también ex diputado y ex enemigo de Mariano Rubio.

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