El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, adelantó este lunes que la entidad anunciará el próximo 5 de febrero unos resultados anuales "magníficos, de los mejores de la banca mundial", aunque no precisó la cifra, que algunos analistas creen que no alcanzará los 10.000 millones de euros previstos.

Botín hizo este anuncio durante su intervención en la Junta extraordinaria de Accionistas que aprobó la ampliación de capital para cerrar la compra del estadounidense Sovereign, una operación que se materializará este mes si el día 28 la aprueban los accionistas del banco estadounidense.

El presidente del Santander añadió, al responder a un pregunta de un accionista sobre los efectos de la crisis, que tanto él como el Consejo de Administración son "muy optimistas" respecto a los resultados de los próximos años, porque aunque "los momentos son difíciles, las fortalezas del Grupo son muy grandes".

Durante su discurso en la Junta Extraordinaria, Botín defendió la adquisición del cien por cien del Sovereign por ser beneficiosa para el banco y para sus accionistas.

El presidente del Santander confirmó que una vez que se complete la operación, se saneará el balance del Sovereign, para lo que "con carácter inmediato" se realizará una provisión de 2.000 millones de dólares.

Además, y para ajustar su perfil de riesgo a los estándares del grupo, se aplicará un plan de reducción de los activos ponderados por riesgo de Sovereign por valor de 10.000 millones de dólares, que afectará sobre todo a la cartera de perfil más financiero, para centrarse en el negocio de clientes.

Después de insistir en que la integración del Sovereign en el Santander tiene un riesgo muy bajo, Botín agregó que el banco estadounidense tendrá en 2011 un beneficio neto de 750 millones de dólares, una vez que concluya el plan de saneamiento.

El beneficio de este año rondará los 100 millones y el de 2010 será de 250.

Según Botín, para realizar sus estimaciones, el Santander ha tenido en cuenta la "notable retracción" que la economía de Estados Unidos va a registrar en 2009.

No obstante, añadió, el Santander confía en la tradicional flexibilidad y capacidad de ajuste de la economía estadounidense, lo que unido a las medidas excepcionales en el ámbito financiero, monetario y fiscal, permitirá a esa economía "ser una de las primeras del mundo en salir de la actual crisis".

Con esta adquisición, el Santander espera conseguir en el 2011 un impacto positivo del beneficio por acción y una rentabilidad del 30 por ciento en el tercer año -del 15 si se tiene en cuenta la inversión realizada desde el 2006-.

La rentabilidad será, según Botín, "claramente superior" al coste de capital.

La compra del 75,65 por ciento del capital social que aún no controla, permitirá al Santander dar "un nuevo empuje" a su expansión en Estados Unidos, implantar su modelo de banca comercial en ese mercado y acceder a una base de clientes que aporta 46.000 millones de dólares en depósitos.

Botín subrayó que en unos momentos en los que la crisis financiera ha afectado "tan negativamente a tantos bancos del mundo", el Santander "ha sabido aprovechar una vez más una oportunidad muy interesante, en condiciones muy atractivas".

El presidente se mostró seguro de que el Sovereign será capaz de cumplir "con gran éxito" los objetivos del Grupo, con Gabriel Aramillo como consejero delegado.

Durante la Junta, el Santander negó tener un pacto con determinados accionistas del Sovereign para comprarles su participación en condiciones preferentes.