Economía

El Bundesbank considera un "éxito" de España no solicitar el rescate

  • El presidente del banco central alemán aplaude el camino de reformas emprendido por el Gobierno.

Jens Weidmann, presidente del Banco Central de Alemania (Deutsche Bundesbank), se mostró convencido de que España no pedirá finalmente un rescate y lo consideró "muy positivo y meritorio". En el transcurso de un encuentro con periodistas españoles ayer en Fráncfort, consideró que las posibilidades de que España no tenga que acudir al rescate son bastante elevadas, lo que significa a su juicio "un éxito de la política española" (no mencionó expresamente al Gobierno de Rajoy) y una muestra de que se está siguiendo el camino de las reformas.

Este hecho supondrá, según Weidmann, un reflejo muy positivo en los costes financieros de las empresas españolas. De manera especial se refirió a la industria del norte de España, que calificó de muy competitiva, y en un entorno así podrá demostrar su fortaleza.

Las declaraciones de Weidmann se produjeron a pocas horas de que Mariano Rajoy aterrice en Berlín para mantener un encuentro con Angela Merkel. La diplomacia alemana se ha movilizado estos días para crear un clima propicio para la cita, preocupada por la imagen que su país ofrece en los socios de la Eurozona. Ningún responsable gubernamental ni de las instituciones que preparan la reunión habla, ni en público ni en privado, de los problemas del partido de Rajoy, aunque el nivel de información que se maneja sobre el caso Bárcenas es muy alto. Preocupa mucho más, o al menos así se quiere hacer ver, el regreso de Berlusconi, pues se teme que provoque un clima de división si propone un freno a las reformas emprendidas por Italia.

Responsables de la política exterior alemana se afanan, en estos momentos previos a la reunión Merkel-Rajoy, en dejar claro que países como Italia, Grecia, Chipre e incluso Francia pueden representar un peligro real o potencial en el último caso, superior al de España en caso de no seguir adelante con la política de reformas que lidera su gobierno. "Hay que huir de estereotipos", han señalado fuentes del Gobierno alemán estos días a la hora de hablar de la que consideran falsa y errónea imagen de su país. Unos clichés, como los que definió ayer Weidmann, que "no deben llevar a pensar a los alemanes que ya han hecho todos los deberes", según citó a modo de advertencia para que la locomotora, que acaba de fijar su previsión de crecimiento para 2013 en un 0,5%, no se duerma en los laureles.

Alemania presume de un mercado laboral robusto, con pleno empleo en la práctica, y un paro juvenil de sólo un 8% gracias a su programa de formación profesional dual, en el que los jóvenes trabajan y estudian al mismo tiempo, que cuenta con el apoyo de empresarios y sindicatos. Éste será uno de los asuntos a tratar en las consultas del lunes en Berlín, desde donde se observa "con mucha preocupación" el dato del desempleo de los jóvenes españoles y se considera una obligación contribuir a su solución "dentro de un mercado en el que Europa quiere decir libre circulación de trabajadores".

Fuentes próximas al Ministerio de Hacienda alemán coinciden en el pronóstico de Weidmann. "El Gobierno español ha iniciado una serie de reformas para ser más competitivos, han bajado los intereses, el déficit del comercio exterior y la confianza de los inversores se mantendrá en función de que se mantengan o no las reformas", indican, al tiempo que no ven "ningún motivo" para dudar del éxito político.

Ni el Gobierno ni el banco central alemán ven necesario en estos momentos que su política deba ser expansiva, como se pide desde diferentes países, pues consideran que no es necesaria una política de estimulación que podría, en palabras del propio Weidmann, "llevar a una elevación de los precios y no a una mayor demanda, además de no tener efectos en países en crisis y sí en China o Japón".

En el Bundesbank, todos los pronósticos dicen que la crisis no se va a agudizar más en la UE, aunque, como su presidente advierte, a veces fallan las suposiciones en las que se basan. Lo que tratan de explicar estos días Weidmann y altos responsables del Gobierno y el Parlamento alemán es que el camino emprendido por España siempre tendrá reveses y que hace falta tiempo (casi todos coinciden en hablar de una década) para que las reformas den resultado. Lo importante, subrayan, es que no se generen dudas. Ni acerca de la postura decidida de acometer reformas estructurales ni acerca del papel que desempeña Alemania. Las opiniones del Bundesbank, admite Weidmann, son arquetípicas en España y eso, en su opinión, no es hacer justicia a su labor.

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