La dirección de CaixaBank ha calificado el primer día de cotización del tercer grupo bancario español como una señal de la buena marcha de la reforma del sistema financiero español. Así lo declararon tanto el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, como su vicepresidente, Juan María Nin, que acudieron respectivamente a las Bolsas de Madrid y Barcelona para presentar el nuevo valor, que sustituye a la antigua Criteria una vez asumido el negocio financiero de La Caixa a través de un traspaso de activos.

El estreno se produjo con una buena noticia para el nuevo valor en Bolsa. Las agencias de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) y Moody's elevaron su rating en tres y un escalón, hasta Aa2 y A, respectivamente. Standard & Poor's subraya que el rating de CaixaBank se basa en su "sólida" franquicia bancaria minorista nacional, su exitosa estrategia, su fuerte liquidez, su perfil de riesgo más contenido que el de otras entidades similares y su adecuada capitalización. Por su parte, Moody's destaca que la mayor fortaleza del perfil de crédito de CaixaBank en comparación con el de la antigua Caixa se ha visto reforzada aún más por el hecho de que La Caixa no le haya transferido su cartera de activos inmobiliarios, algunos de los cuales es "probable que estén más expuesto a mayores impagos". Ésta es la razón de la rebaja, al mismo tiempo, de dos escalones la calificación de la Caixa, desde A+ hasta A- (Fitch) y y desde Aa2 hasta A1 (Moody's).

En Bolsa, CaixaBank cerró su primera jornada como parte del Íbex 35 con una caída del 1,1% y con un valor de 4,760 euros por acción. Los títulos bursátiles de la nueva entidad empezaron la sesión con una fuerte subida que les permitió colocarse por encima del 2% y marcar un precio máximo de 4,970 euros por acción.

Sin embargo, a partir de ahí, comenzaron a descender y, aunque a media sesión aún se mantenían con valores positivos, los títulos de la desaparecida Criteria empezaron a oscilar entre el lado de las ganancias y el de las pérdidas, llegando a registrar un valor mínimo de 4,724 euros por acción.

En un contexto más general, el presidente de La Caixa mostró ayer su deseo de que la salida a Bolsa de las cajas de ahorros "suponga un cambio de rumbo, no sólo para las empresas que cotizan en el mercado, sino también para la economía española". "El campanazo que acabamos de oír, junto con los que vendrán este mes, me gustaría que tuviesen un sentido de cambio de rumbo, no tan solo para las empresas que cotizan en Bolsa, también para toda la economía española y para todos los ciudadanos".

Nin, desde Barcelona, coincidió en señalar que la cotización de CaixaBank supone el primer paso "de la reestructuración y estabilización del sistema financiero español, un cambio que no se ha dado en otros países y quizás fuera bueno que se hiciese". Juan María Nin recordó que "sólo CaixaBank ya /supone el 10% del sistema financiero español" y recordó que "a este proceso seguirán las colocaciones en Bolsa de Bankia y Banca Cívica".

"Por tanto, en septiembre, ya estaremos ante un sistema financiero que habrá asumido con éxito su reestructuración, que ya estará estabilizado y que podrá afrontar a principios de año, incluso esperemos que antes, la normalización del crédito, en especial para las familias y las pymes, que es lo que se necesita para la reactivación económica", señaló Nin.

Hay que tener en cuenta que las acciones son las de la antigua Criteria, que nunca han dejado de cotizar. Como La Caixa ha cumplido a rajatabla con su calendario de bancarización, el mercado ha podido adelantarse o descontar el cambio desde hace meses.