Misión cumplida. El consejo de administración de Cajasol reeligió ayer presidente de la entidad a Antonio Pulido, en su primera reunión celebrada en su sede social de la Plaza de San Francisco. La designación se produce en el marco de la renovación de los órganos de gobierno de Cajasol; la asamblea general, el consejo de administración y la comisión de control. Con este paso, culmina el proceso de integración de ambas cajas que se inició hace dos años y en el que ahora, tras el nombramiento de los nuevos consejeros, se da por cerrado.

El presidente de la entidad, Antonio Pulido, agradeció al consejo la confianza que le presta en este nuevo mandato y aseguró que se inicia una etapa con importantes retos. Pulido consideró que en este nuevo tiempo Cajasol ha demostrado tener una solvencia y una fortaleza que la sitúan en una posición privilegiada en el ranking de las cajas de ahorros españolas.

El proceso ha culminado con la integración operativa de las Cajas que dieron origen a Cajasol. Además, se han culminado con éxito aspectos esenciales como la integración de cuentas o el cumplimiento de los objetivos de la Oficina de integración. La asamblea de ayer, de carácter constituyente, fijó la reducción a la mitad del número de consejeros generales -160 miembros desde ayer-. Del mismo modo, quedó constituido el consejo de administración con 20 miembros (Petronila Guerrero será vicepresidenta primera y Marcos Contreras vicepresidente segundo) y la comisión de control con diez.

Tras la celebración de la asamblea tuvo lugar el primer consejo formal de la entidad, en la que se aprobó la reelección de Pulido como presidente. "Vamos a tomar decisiones que nos fortalezcan como institución, que profesionalicen aún más nuestra gestión, como lo hemos hecho hasta ahora, y que nos permitan lograr ser referente en el conjunto de entidades financieras españolas", aseguró Pulido.

En solvencia, Cajasol, con un 13,2%, supera en cinco puntos el mínimo exigido normativamente por el Banco de España. Además, en su negocio ordinario mantiene una buena marcha pese a ser un año extremadamente complejo. Con esta fuerte posición financiera, el reelegido presidente consideró como primer objetivo consolidar la trayectoria positiva marcada hasta la fecha, ser muy dinámicos en la gestión de la morosidad y lograr el objetivo de la eficiencia como clave para ser competitivos en el futuro. Pulido resaltó la buena salud financiera de la entidad con la firmeza de que "Cajasol está capacitada para afrontar nuevos retos y en ello vamos a hacer un especial esfuerzo", subrayando que "como prioridad cualquier proyecto de futuro está condicionando a nuestra solvencia y nuestra liquidez".

El presidente de Cajasol afirmó que "la gestión de la crisis es en estos momentos nuestra prioridad, pero hoy abrimos la puerta de una nueva etapa que debe concluir con una Cajasol más fuerte y mejor", insistió. "Nuestro objetivo es el crecimiento cualitativo ya que esa es la base del liderazgo y del crecimiento en dimensión", indicó Antonio Pulido. Uno de los mayores retos será "el acierto en la gestión de la morosidad". "Disponer de una buena tecnología nos va a permitir liderar los nuevos canales que muchos clientes demandan, prestar un servicio amplio y de calidad, apostar por la renovación de los formatos web, y hacerlo a un coste sostenible en un horizonte de reducción de márgenes".

Pulido no olvidó mencionar al tejido empresarial andaluz. "Estar con la empresa es una prioridad de negocio y de identidad, por ello Cajasol ha de ser un referente financiero para las empresas de nuestra tierra", ratificó. El reelegido presidente quiso destacar que la Obra Social es uno de los ejes vitales de la caja. Por ello anunció que en este ejercicio habrá un esfuerzo especial para hacer llegar las ayudas sociales a los clientes de la caja que tengan mayores dificultades.