El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener su principal tasa de interés en el mínimo del 0,75% por octavo mes, ante la progresiva mejora de la situación en los mercados.

El italiano destacó que hay indicios de una "mejora significativa del sector financiero en los últimos seis meses" por la alta tasa de devolución de las dos líneas de crédito lanzadas por el BCE en diciembre de 2011 y febrero de 2012. Draghi consideró incluso "una señal de vuelta a la confianza en el euro" la fuerte apreciación de la moneda, vista por algunos como una amenaza al lastrar las exportaciones, pero dejó entrever que en el futuro podría actuar sobre la divisa si su fortaleza acaba afectando a la inflación.

Sobre su viaje a España el próximo martes para comparecer en el Congreso, aseguró que le servirá "más bien para escuchar". "Será una oportunidad única de oír de diputados españoles su visión sobre la situación económica de España y la Eurozona". Aclaró que "no va a comentar las políticas domésticas" y que aprovechará la cita para informar sobre la política del BCE, su impacto y la situación de los mercados financieros.