Espadas, doblete imposible

El alcalde de Sevilla merma sus propias opciones como candidato a la Junta mientras conserve el bastón de mando

Un somero repaso a la agenda del alcalde de Sevilla deja a las claras que la ciudad ya no es su prioridad y que su elección como candidato a la presidencia de la Junta y, por tanto, como líder de facto del PSOE de Andalucía, le sitúa ante una inexorable decisión: dimitir.

Ejemplo palmario de ese doblete imposible que Juan Espadas quiere mantener es su presencia en Granada para asistir a la elección de Franciso Cuenca como nuevo alcalde de la capital nazarí. ¿Habría ido si sólo fuese regidor sevillano y no el nuevo rostro del socialismo andaluz? Sinceramente, no.

Espadas ha dado un paso muy relevante en su carrera con su regreso a la política autonómica, en la que ya fue consejero en la etapa de gobierno de Manuel Chaves. Relevante y arriesgado.

Su aceptación de ser el rival elegido por Pedro Sánchez para denefestrar definitivamente a Susana Díaz le daba ciertas garantías de éxito en las primarias socialistas, las ganó con contudencia, aunque sin arrasar.

Pero eso no supone, ni mucho menos, que tenga ganadas unas elecciones autonómicas sin fecha, pero para las que los sondeos coinciden en que el PP se impondría y podría reeditar una mayoría para gobernar, gracias en buena medida a que el presidente, Juanma Moreno, no genera grandes rechazos y goza de una popularidad tansversal.

Espadas, que también logró ese mismo perfil para imponense en los últimos comicios locales, merma sus propias posibilidades mientras siga en el cargo, porque seguirá siendo visto en el resto de Andalucía como el alcalde de Sevilla.

Conservar el bastón de mando hispalense hasta el día en que se convoquen las elecciones al Parlamento de Andalucía se antoja un doble error. Para él mismo y para su partido.

También en Sevilla, porque no está definido quién será su sustituto en el cartel electoral municipal en la capital andaluza. Y aunque hay consenso de que el nuevo alcalde, y candidato, salga del actual grupo municipal, la persona que se designe necesitará tiempo para dejar su impronta en la Alcaldía, la más relevante que tiene el PSOE-A, incluso después de salir victorioso del sainete granadino.

Ahora que se anuncia el relevo de los senadores socialistas en representación del Parlamento de Andalucía, Espadas tiene la ocasión de asegurar una posición institucional desde la que ejercer su candidatura, incluso aunque tome la misma salida que le ha ofrecido a Díaz, más acorde al papel que debe jugar a partir de ahora.

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