Economía

El FMI mejora las previsiones de la Eurozona y avala que el BCE se niegue a bajar los tipos

  • Trichet recibe un espaldarazo a su política monetaria en el décimo aniversario de la institución

El Fondo Monetario Internacional le hizo ayer un gran regalo al Banco Central Europeo, la institución que guía los pasos de buena parte de la economía de la Eurozona y que ayer, en una jornada cargada de actos, celebró sus primeros diez años de vida. En pleno pesimismo por la etapa de desaceleración, el FMI revisó al alza sus pronósticos de crecimiento para la Zona Euro en 2008 y, por si fuera poco, recomendó a la institución que dirige Jean-Claude Trichet mantener los tipos de interés, justo lo que éste defiende frente a las presiones de quienes son partidarios de relajar la política monetaria para estimular el crecimiento.

El FMI pronostica ahora una tasa media de crecimiento anual del 1,75% en 2008 para los países que utilizan el euro, frente al 1,4% que había augurado en abril. El director en funciones del departamento europeo del FMI, Alessandro Leipold, señaló en una rueda de prensa en la sede del BCE que estas cifras son provisionales y que podrían modificarse en el informe que la institución publicará a finales de julio. Leipold, que añadió que la inflación se situará por debajo del 2% a finales de 2009, consideró que la actividad económica de la zona del euro se ha desarrollado mejor de lo previsto en abril, como muestran las cifras de crecimiento del primer trimestre.

Tras constatar la "preocupación" por la situación del mercado inmobiliario de España, Leipold destacó que "en estas circunstancias" de desaceleración por "los impactos globales", es "apropiado mantener los tipos".

El informe del FMI coincidió con el décimo aniversario del BCE, celebrado por todo lo alto en Fráncfort. En la Ópera de la capital financiera alemana, el presidente de la institución, Jean-Claude Trichet, recalcó que es tiempo para "la profundización de la integración económica y financiera" de un área que engloba a 15 países (el 1 de enero se incorporará Eslovaquia) y 320 millones de habitantes.

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