Economía

Fedejerez propone fusionar el fino de Jerez y la manzanilla de Sanlúcar

Uno de los viñedos del Marco de Jerez.

Uno de los viñedos del Marco de Jerez. / Pascual

Bruselas ha puesto el dedo en la llaga en una de las heridas que más escuecen en el Marco de Jerez, enfrascado en un nuevo enfrentamiento, o pulso si se prefiere, con el fino y la manzanilla como protagonistas.

Por centrar la cuestión, al hilo de la solicitud de modificación del pleno de condiciones del jerez y la manzanilla para dar amparo a los vinos tranquilos o sin fortificar, Bruselas realizó algunas observaciones sobre la dualidad entre la zona de crianza y la de producción, así como sobre las similitudes entre el fino y la manzanilla, dos vinos que se definen exactamente de la misma forma en sus respectivos pliegos de condiciones.

La aclaración solicitada por las instancias europeas, cuyo plazo de respuesta expira el próximo mes de septiembre –aunque gana enteros la opción de pedir una prórroga–, ofrecía un argumento de peso a los detractores del fino de Sanlúcar, que auspiciados por Fedejerez, sostienen que todo el vino de crianza biológica que se elabora en el municipio sanluqueño debe necesariamente ser manzanilla, al igual que ocurre a la inversa con el fino en Jerez y El Puerto.

Negociaciones

Tras las inagotables e infructuosas negociaciones sectoriales y de la comisión creada en el seno del Consejo Regulador para la modificación de los pliegos de condiciones, la patronal bodeguera jerezana optó finalmente por liarse la manta a la cabeza para descolgarse en el último pleno del vino, celebrado a finales de julio, con una propuesta que iba mucho más allá de la aclaración solicitada por Bruselas.

Lejos de conformarse con la simple prohibición del fino sanluqueño, Fedejerez daba otra vuelta de tuerca al asunto para, además de plantear la extensión de la zona de crianza a todo el Marco, sorprender con la idea de fusionar los vinos de Jerez y la manzanilla en una sola Denominación de Origen, aunque preservando la singularidad del vino sanluqueño.

Ambos productos pasarían así a integrarse en la DO Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, propuesta que ha levantado una gran polvoreda en el municipio sanluqueño y que choca de frente con la propuesta aprobada por la comisión de la manzanilla con el aval del órgano de control, igualmente presentada a pleno y de corte inmovilista.

Se abre por tanto una nueva brecha entre las dos grandes corrientes en liza: los partidarios de preservar la situación actual –una Denominación de Origen para cada vino y coexistencia del fino y la manzanilla en Sanlúcar, sólo que matizando las diferencias entre ambos como recoge la propuesta de la comisión de la manzanilla–, que engloba a la recién constituida Asociación de Bodegas de Sanlúcar; y lo sdisruptivos, defensores en su caso de dar un paso adelante y zanjar alguno de los grandes asuntos pendientes del sector, que colean desde hace décadas y se prestan a la confusión, abanderados por Fedejerez y las cooperativas.

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