Cumbre del g-20

Francia y Alemania creen innegociable la regulación financiera

  • Sarkozy y Merkel insisten en que la creación de una "nueva arquitectura" del sistema financiero mundial es uno de los objetivos no negociables de la cumbre del G-20.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, insistieron en que la creación de una "nueva arquitectura" del sistema financiero mundial es uno de los objetivos no negociables de la cumbre del G-20 de este jueves en Londres.

En una rueda de prensa conjunta, ambos gobernantes afirmaron que hablarán en la cumbre con una sola voz, y señalaron las que consideran "líneas rojas" de la reunión, entre las que figura su exigencia de que se publique una lista de paraísos fiscales.

Merkel, que junto con el presidente francés ha manifestado que la reforma de los mercados es más importante en este momento que nuevos planes de estímulo económico, añadió que los países que no respeten las nuevas normas "deben ser identificados".

"Tiene que haber una lista de los (paraísos fiscales) que se nieguen a ser controlados", dijo la jefa del Gobierno alemán, mientras el presidente francés afirmó que se ofrece ahora "una oportunidad histórica para moralizar un sistema que se ha vuelto inmoral".

"El G-20 debe decir si está a favor del fin de los paraísos fiscales o de su continuación", dijo Sarkozy, quien agregó que lo único que Francia y Alemania están dispuestos a discutir es si la lista se publica de modo inmediato o en unos días.

Los dos estadistas insistieron en que no hacen falta más cumbres de las que salgan sólo declaraciones, y dijeron que "la nueva arquitectura de los mercados financieros mundiales tiene que figurar claramente en el comunicado final". "Queremos resultados que transformen el mundo" porque lo que ha ocurrido ahora "no puede volver a repetirse", declaró la dirigente cristianodemócrata alemana.

Sarkozy afirmó que aunque ha degenerado en una "crisis económica", su origen es "financiero", y por eso la regulación de los mercados "es un objetivo de enorme importancia". "Sin una nueva regulación no habrá confianza y sin confianza no habrá relanzamiento económico", declaró el presidente francés, que calificó ese objetivo como "no negociable". Sarkozy se refirió también a la necesidad de controlar los fondos de alto riesgo, y calificó de "escándalo" la falta de transparencia que atribuyó a las agencias de calificación de riesgo.

Preguntado por los borradores del comunicado final que circulan antes incluso de que comience la cumbre, Sarkozy manifestó su hartazgo de las reuniones en las que los técnicos "precocinan" un texto y dijo que son los políticos quienes negocian. "Todo se está discutiendo ahora. Podremos hablar de relanzamiento de la economía, pero eso después", afirmó Sarkozy, en alusión a las "líneas rojas" fijadas por Francia y Alemania.

El presidente francés destacó, además, en clara alusión a Washington, que "estamos en un mundo multipolar y que no se hace un favor (a los europeos escuchándolos). No queremos responsabilizar a nadie, sino que creemos que hay ahora una oportunidad histórica para construir un mundo nuevo". En Londres "hay que sentar las bases de la regulación (financiera) del siglo XXI", subrayó Sarkozy, quien al igual que Merkel dijo que la crisis no ha sido un "acontecimiento natural" que haya nacido en Europa "de forma espontánea".

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