Los ministros de Economía del G-20 acordaron ayer mantener los planes de estímulo en marcha para consolidar los indicios de recuperación de la economía mundial. Sin embargo, no llegaron a consensuar ninguna medida concreta para alcanzar otro de sus objetivos, aplicar estrictos controles a las bonificaciones de los ejecutivos de la banca. Los ministros, que se reunieron en Londres con el fin de preparar la cumbre de jefes de Estado de los próximos días 24 y 25 en Pittsburgh (EEUU), pactaron también dar más presencia a las naciones emergentes en los organismos financieros internacionales.

"Seguiremos aplicando las medidas de apoyo, incluidas las políticas monetarias y fiscales hasta que garanticemos la recuperación", dijo el titular británico de la cartera de Economía, Alistair Darling. El ministro anunció que se seguirá adelante con la reforma del sistema financiero para evitar que se repitan crisis como la del año pasado y que se revisará el "sistema de compensaciones" a los directivos bancarios para evitar que se adopten políticas de riesgo a corto plazo que comprometan la estabilidad de los mercados.

Darling destacó que se han producido "progresos sustanciales" desde que el G-20 se reunió a finales de 2008 para afrontar la peor crisis mundial de la posguerra y que "los mercados financieros se están estabilizando y la economía global está mejorando". "Pero seguimos siendo cautos sobre las perspectivas de crecimiento y empleo", añadió Darling. Su homólogo estadounidense, Timothy Geithner, enfatizó los "signos de recuperación" pero alertó de los "otros desafíos significativos" que aún quedan por resolver, como la elevada tasa de desempleo.

La cumbre finalizó sin avances en el objetivo declarado de limitar el pago de primas extraordinarias a ejecutivos de la banca, particularmente a aquellos pertenecientes a firmas que recibieron miles de millones en ayudas estatales. Francia y Alemania habían abogado por la imposición de topes en las bonificaciones, pero se encontraron con la oposición de Estados Unidos, Reino Unido o Canadá.

Como noción genérica, los ministros acordaron que los bancos deben tener más capital de reserva como colchón que evite su quiebra y posterior rescate y explorar "posibles enfoques para limitar la remuneración total variable". "Existe un amplio acuerdo sobre qué hay que hacer. El problema es que tenemos que ir más allá del acuerdo. Debemos tomar medidas concretas", indicó el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, admitió que la reunión no generó un consenso "suficiente" para limitar las primas. "Cuando hablamos de límites, yo creo que en ningún caso serían límites cuantitativos estrictos, sino alguna relación entre remuneración fija y variable", explicó Salgado, que abogó por "acotar más que establecer un límite cuantitativo estricto".