La empresa de automoción estadounidense General Motors (GM) decidió vender un 55% de su filial alemana Opel al fabricante de componentes austriaco-canadiense Magna y poner otro 10% en manos de los trabajadores, informó ayer GM Europa en Zúrich.

Magna adquiere así la mayor parte del grupo de automoción junto con sus socios, el banco ruso Sberbank y el fabricante de coches Gaz. Por su parte, el inversor financiero belga RHJ International, que también optaba a hacerse con la propiedad, no entra en el accionariado. GM se reserva el 35% de la nueva sociedad.

La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su conformidad con la decisión. "Me alegro enormemente", dijo. Según ella, el resultado está "en la misma línea de lo que el gobierno alemán deseaba".

El plan de Magna contempla que parte de la producción de Figueruelas (Zaragoza) se traslade a la planta alemana de Eisenach. El presidente del Comité de Empresa de la planta zaragozana, José Juan Arceiz, ha afirmado que se hará lo posible por defender los empleos de la factoría española.

La compra de Magna supone reducir las plantillas de las factorías de GM en Europa en 10.400 empleos, unos 1.600 de ellos de la planta española, en la que trabajan 7.500 personas.