La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Irene Garrido, afirmó ayer que el Banco Popular requiere una "solución privada" e indicó que el Gobierno sigue "muy de cerca" las alternativas planteadas por la junta general de accionistas de la entidad para sacar adelante el proyecto del nuevo presidente, Emilio Saracho.

En la rueda de prensa para analizar los datos del IPC de marzo, Garrido señaló que el Banco Popular requiere una "solución privada", ya que se trata de una "entidad privada" y el Ejecutivo ha recibido indicaciones del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de España respecto a que "no presenta problemas de solvencia".

"Seguimos el proceso de la nueva presidencia del Banco Popular, con la conformación de su equipo, y seguimos muy de cerca la junta general de accionistas en la que han planteado alternativas para sacar adelante el proyecto en el que confía la nueva presidencia", apuntó Garrido en referencia a la posible ampliación de capital de la entidad que se realizaría a finales de año dirigida "únicamente" a mayoristas y "sin descartar procesos de fusión de convergencia, de consolidación".

Preguntada sobre si el Gobierno descarta una recapitalización preventiva en línea a lo sucedido en Italia, Garrido dijo que las situaciones son "totalmente diferentes". La número dos de Economía subrayó que en este momento la entidad está "tratando de conseguir una vía para poder hacer efectivo ese proyecto de futuro", y que en el sector financiero italiano se están haciendo "cosas" que ya ha realizado el Gobierno español. "Tenemos una banca totalmente saneada que no se ve afectada por este tipo de acontecimientos. Se ha llevado a cabo un proceso de reestructuración, creo que no tiene comparación", enfatizó.

Las acciones del Popular cerraron la sesión de ayer con una caída del 4,37%, hasta los 0,634 euros, en mínimos históricos, con lo que acumulan un retroceso del 21,9% en los últimos tres días. Su capitalización bursátil ya está por debajo de los 2.700 millones.

El valor de la entidad lleva toda la semana en una caída continuada desde que su presidente abriera la puerta a una ampliación de capital o una fusión con otro banco durante su intervención en la junta de accionistas del lunes.