El Ministerio de Industria redactó ayer una segunda versión del Plan de Energías Renovables (PER) hasta 2020 en la que eleva el sobrecoste inicialmente previsto de las renovables sobre la tarifa eléctrica, que pasará de 5.000 millones anuales a 6.275. También cifra en 13,2% el peso de las tecnologías verdes sobre el consumo final de energía, lo que supone 3,1 puntos más que en el primer borrador. El nuevo PER también eleva de 200.000 a 290.000 la previsión de empleo verde para los próximos 10 años.

Otro de los cambios más destacados es el retraso en la fecha de inicio de la competitividad de algunas de las principales tecnologías. Antes de 2020 sólo habrá tres tecnologías competitivas: la minihidráulica (2015), la eólica en tierra (2017) y la eólica marina (2020). La fotovoltaica será competitiva en 2024 y la termosolar en 2026. La geotermia y la biomasa podrán competir en el mercado sin necesidad de primas a partir de 2024 y 2027, respectivamente.

La Fundación Renovables insistió en que en el nuevo borrador "hay variaciones dignas de consideración que reflejan cierto empeño reiterado en frenar el crecimiento de las renovables hasta después de 2020", entre ellas la de aplazar la fecha de inicio de competitividad de las distintas tecnologías.