Economía

Inés Rosales abrirá en 2019 un centro de formación al no encontrar especialistas

  • Al ser su producto totalmente artesanal, necesita personas con habilidades específicas que no se encuentran en ninguna parte del mercado

  • Para sostener su expansión necesita contratar a personal y luego formarlo, algo que hará en un espacio financiado al 100% por la empresa

Proceso de elaboración de la torta de Inés Rosales

Proceso de elaboración de la torta de Inés Rosales / Archivo

La sevillana Inés Rosales, pese a ser relativamente pequeña, ha conseguido llevar una marca y un producto artesanal a muchos rincones del mundo. A fecha de hoy, está presente en 39 países, el último Corea del Sur. Su presidente, Juan Moreno, considera que se ha conseguido entrar en un nuevo mercado cuando hay una respuesta continuada en el consumidor, que es el caso del país de Extremo Oriente. 

La compañía estima que, en 2018, facturó 15,2 millones de euros, un 9% más. Empleó a 145 personas de forma estable, 11 más que en el ejercicio anterior. Pero, como afirma Moreno, su avance tiene más que ver con las mejoras con los procesos posteriores a la elaboración -el packaging, la logística- que con la producción en sí. Ésta sólo creció un 5% desde las 300.000 tortas diarias de 2017

Para superar este cuello de botella, la firma abrirá seguramente antes del 1 de agosto -ya está construido y ahora se está acondicionando- un centro de I+D y de formación anexo a la fábrica, que ha supuesto una inversión de 800.000 euros. "Una manera de crecer es contratando especialistas y estos no se encuentran en ninguna parte del mercado, ni siquiera en FP -afirma Moreno-; fuera de nosotros, no hay 'labradoras', el nombre que reciben internamente las profesionales -son normalmente mujeres- que elaboran el producto". Tampoco, admite Moreno, hay un marco para que las instituciones aporten alguna ayuda, ya que el caso de Inés Rosales es muy peculiar, un modo de trabajar artesano aplicable sólo a muy pocas empresas y para el que se necesitan habilidades muy específicas.

La empresa prevé facturar 15,2 millones en 2018 y termina el año con 145 trabajadores

Por eso Inés Rosales se ha decidido a poner en marcha este centro, en el que pasarán a formarse grupos de 16 personas (el equivalente a una unidad de producción) durante un plazo de dos meses para luego ya entrar en el proceso de elaboración. Para activar un grupo, Inés Rosales debe constatar un aumento estable de la demanda de su producto que así lo justifique, ya que las personas que se formen lo harán ya con un contrato bajo el brazo.

Actualmente, Inés Rosales cuenta con 54 'labradoras', aunque sólo 38 está en el proceso de elaboración. El resto se ocupa de otras cuestiones y hace de reserva por si se producen bajas. Al estar la plantilla de Inés Rosales compuesta por un 85% de mujeres, los embarazos no son infrecuentes.

Inés Rosales, además, usará el centro para su procesos de innovación, en sintonía con las nuevas demandas alimentarias muy distribuidas en nichos. 

De momento, del 13 al 15 de enero presentará sus nuevos productos en la Winter Fancy Food, la Feria de productos gourmet y delicatessen más relevante y de mayores dimensiones de la Costa Oeste de EEUU.

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