Economía

El Nobel de Economía recae por primera vez en una mujer

  • Elinor Ostrom comparte el premio con otro estadounidense, Oliver Williamson

La Real Academia Sueca de las Ciencias distinguió ayer por primera vez en la historia del Nobel de Economía a una mujer, la estadounidense Elinor Ostrom, en una edición en la que se ha batido el récord de premiados del género femenino. Ostrom y su compatriota Oliver Williamson, con quien compartirá los 10 millones de coronas (980.000 euros o 1,4 millones de dólares) con que está dotado el premio, fueron distinguidos por sus análisis sobre política económica de las propiedades comunes y de los límites de las empresas, respectivamente.

El premio de Economía, que no forma parte del legado de Alfred Nobel y se otorga desde 1969 en vez de desde 1901, era el único que nunca había incluido a una mujer en su palmarés, que hasta ayer contaba con 64 galardonados en 40 ediciones. La elección de Ostrom redondea una edición histórica en la que se ha batido el número de mujeres galardonadas en un año, con cinco del total de doce premiados.

Al premiar a Ostrom y a Williamson, la Real Academia Sueca reconoce a dos estudiosos que han contribuido de forma decisiva durante tres décadas a situar la política económica como campo de investigación central, demostrando que los análisis económicos pueden arrojar luz sobre la mayor parte de formas de organización social.

Ostrom ha demostrado cómo las asociaciones de propietarios pueden administrar con éxito propiedades comunitarias, mientras que Williamson ha desarrollado una teoría en la que las empresas sirven de estructuras para la resolución de conflictos.

A partir de estudios de propiedades comunes de bancos pesqueros, pastos, bosques, lagos y aguas, Ostrom concluyó que los resultados son con frecuencia mejores de lo que predicen las teorías estándares y que los usuarios desarrollan mecanismos sofisticados para tomar decisiones y reforzar las reglas al tratar conflictos de intereses. De este modo, Ostrom ha aclarado las características centrales del autogobierno, como que la participación activa de los usuarios es esencial, y las reglas impuestas desde el exterior tienen menos legitimidad y hay mayor probabilidad de que sean violadas.

Williamson se propuso clarificar por qué algunas transacciones ocurren dentro de las empresas y no en los mercados, y concluyó que las organizaciones jerárquicas emergen cuando las transacciones son complejas o no estándares y cuando las partes son interdependientes.

El marco general establecido por Williamson ha demostrado además ser productivo para analizar todo tipo de contratos incompletos, desde los realizados entre miembros de un hogar a los contratos financieros entre empresarios e inversores.

Ostrom y Williamson suceden en el palmarés del premio a su compatriota Paul Krugman, galardonado por sus análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica. El Nobel de Economía, que en realidad se llama Premio de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, fue instituido en 1969 por el Banco de Suecia, que financia el premio; es otorgado por la Real Academia de las Ciencias y tiene la misma dotación que el resto.

Con el anuncio del premio de Economía se cierra la ronda de ganadores de estos premios, que se entregarán el 10 de diciembre en la habitual doble ceremonia en Estocolmo y en Oslo.

Nacida en 1933 en Los Ángeles, Ostrom creció en una época de depresión económica, en una ciudad donde el agua dulce es un bien preciado, por lo que experimentó de primera mano el valor de los recursos naturales y la sostenibilidad desde niña. Doctorada en Ciencias Políticas y fundadora del Centro para el Estudio de la Diversidad Institucional de la Universidad de Arizona, siempre se ha definido como una economista política, a la que le han apasionado estas dos materias que ha conseguido fundir en torno a sus teorías para mejorar la gestión de recursos.

Según recuerda un artículo de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, para superar un problema de tartamudez Ostrom entró en el equipo de debate en la escuela secundaria, donde aprendió a recitar poesía y algunas habilidades para superarla. Pronto destacó en la discusión improvisada y se interesó por las discusiones políticas, disfrutaba defendiendo y escuchando las dos partes de las cuestiones políticas, por lo que no fue una sorpresa para su familia que se decantara por esta rama en la Universidad. Ostrom se licenció en 1954 en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios