REALIZAR un seguimiento de la coyuntura económica a nivel regional, resulta fundamental para tener una mejor comprensión de la actividad global de un país. Ese seguimiento es especialmente relevante cuando se analizan economías fuertemente descentralizadas, como la española, o cuando se trata de países de grandes dimensiones, como EEUU, en donde la Reserva Federal publica el Beige Book.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ha dado a conocer esta semana una nueva metodología para estimar el crecimiento del PIB en las CCAA españolas, combinando tres tipos de información estadística disponibles para el análisis regional: los datos mensuales de indicadores de coyuntura desagregados a nivel territorial, los datos contenidos en la Contabilidad Regional de España y la información de ámbito nacional de la Contabilidad Nacional Trimestral de España. De esta forma, se combina rapidez en la publicación de las estimaciones, con la consistencia de los mismos para el conjunto de la economía española.

Este avance, como en otros casos, en el conocimiento de la realidad económica a corto plazo, no es meramente un ejercicio teórico para consumo de los expertos. Por el contrario, contribuye a que todos los agentes económicos -familias, empresas, inversores, gobiernos- conozcan mejor y más rápidamente, la situación económica y puedan adoptar mejores decisiones para el consumo, el ahorro o la inversión.

Los indicadores utilizados y la metodología aplicada permiten obtener una estimación de la mejor calidad acerca de la evolución del PIB. Afiliados a la Seguridad Social, Índice de Producción Industrial, pernoctaciones hoteleras, indicador de actividad del sector servicios, índice de ventas al por menor, entre otras, son las variables utilizadas para la estimación de la evolución del PIB.

Para el caso de Andalucía, los indicadores que mejor estiman la evolución del PIB, según la AIReF, son las afiliaciones a la seguridad social, el índice de producción industrial y el índice de ventas minoristas. Por el contrario, resultan muy reducidos o prácticamente irrelevantes los indicadores correspondientes a las exportaciones o a la matriculación de vehículos.

Es de gran interés, además, las posibilidades que ofrece esta nueva metodología para realizar previsiones de la evolución regional del PIB de cada comunidad autónoma y compararla con el resto, obteniéndose estimaciones de la posible posición de una comunidad autónoma con respecto al resto a lo largo del ciclo económico.

Hasta fechas muy recientes, las estadísticas oficiales se publicaban en formato protegido, con lo que resultaban inservibles para el análisis inmediato, al ser necesaria una nueva carga de todos los datos en un programa estadístico: una herencia moderna de una actitud muy antigua, como es la protección de los datos o incluso la ausencia de datos públicos. La nueva herramienta de análisis que hemos comentado, representa también un avance en este sentido, al permitir la explotación directa e incluso la interactividad con el usuario. Una buena noticia tanto para los investigadores como para los responsables de la política económica.