Economía

Osborne culmina el relevo familiar y saca partido a sus marcas propias

  • Ignacio Osborne asume la presidencia en lugar de Tomás Osborne, ahora presidente de honor

  • El aumento en un 2% del Ebitda compensa la caída de las ventas por la pérdida de Monster

Ignacio Osborne Cólogan, Tomás Osborne Gamero-Cívico y Fernando Terry Osborne.

Ignacio Osborne Cólogan, Tomás Osborne Gamero-Cívico y Fernando Terry Osborne.

Osborne cerró el ejercicio pasado con unas ventas netas de 216 millones de euros, lo que supone un 10,3% menos que el año anterior, pero incrementó en un 2% su Ebitda, hasta alcanzar 36,3 millones. En otras palabras, la compañía perdió el año pasado volumen de facturación por la finalización del contrato de distribución de Monster Energy Drink, pero en compensación a la caída de las ventas netas, la firma del toro mejoró sus beneficios antes de impuestos gracias a la evolución favorable de sus principales marcas propias (Cinco Jotas, Carlos I, Nordés Gin y Montecillo, además de Anís del Mono).

El grupo de bebidas y alimentación emitió ayer un comunicado en el que informó del contenido de la junta de accionistas celebrada el sábado y en la que, además de la aprobación de las cuentas anuales, se culminó el relevo de su cúpula directiva.

Tomás Osborne seguirá al frente de la Fundación y Fernando Terry pasa a ser consejero delegado

En virtud del proceso de transición de sus primeros cargos ejecutivos diseñado y anunciado hace un año, el hasta ahora consejero delegado, Ignacio Osborne Cólogan ocupa la presidencia en sustitución de Tomás Osborne Gamero-Cívico, quien deja el cargo tras 21 años para convertirse en presidente de honor, además de continuar como consejero del grupo y como presidente de la Fundación Osborne. El relevo se completa con el nombramiento del hasta ahora consejero Fernando Terry como nuevo consejero delegado.

"Los resultados de 2016 demuestran que la apuesta por nuestras marcas estratégicas y por la internacionalización nos permite disfrutar de un negocio cada día más sólido y con mayor potencial de crecimiento", señala el presidente saliente, Tomás Osborne, del que se destaca en la nota su "exitoso mandato" durante el que añade que la compañía se ha modernizado sustancialmente, ha renovado su portafolio, se ha diversificado, se ha internacionalizado año a año y ha salido claramente reforzada tras los años más difíciles de la crisis económica.

2016 fue el año de constitución de la Fundación Osborne, el vehículo a través del que se canaliza toda la actividad de Responsabilidad Social Corporativa del grupo, y el de la finalización del proyecto de renovación de las instalaciones bodegueras de El Puerto, convertidas en un gran escaparate para sus marcas a través de una amplia oferta cultural, comercial y de ocio.

Pero 2016 también fue el año en el que Osborne volvió a ser una compañía 100% española después de la recompra por parte de la familia del 20% de las acciones al grupo inversor chino Fosun, con el que mantiene, no obstante, la alianza estratégica para el desarrollo de sus marcas en China, el principal mercado internacional de Cinco Jotas.

Entre los hitos del último ejercicio, la firma portuense destaca precisamente la aportación de la apuesta por las filiales en China y Brasil al impulso del negocio internacional, que representa ya el 25% de la contribución de la compañía,

Pero mientras que el desarrollo comercial de las marcas en China se cumplió con creces, la situación del mercado y los precios desorbitados impidieron alcanzar el segundo de los objetivos que se marcaron Osborne y Fosun en su alianza estratégica, la expansión internacional a través, fundamentalmente, de nuevas adquisiciones, fusiones, acuerdos de distribución, joint ventures... motivo por el que el grupo chino decidió deshacer su inversión en el grupo alimentario para buscar otras oportunidades.

Osborne cambió entonces de estrategia para reforzar su crecimiento "sin necesidad de recurrir a recursos financieros externos", lo que le llevó el año pasado a aumentar el volumen de negocio y rentabilidad de las marcas propias en las líneas estratégicas (productos ibéricos, vinos de Rioja, brandy, ginebra y anís).

En este sentido, el comunicado subraya entre los hitos del último ejercicio el rápido crecimiento de la ginebra Nordés, ya con unos primeros pasos exitosos en diversos mercados internacionales, así como el desarrollo internacional de Cinco Jotas.

Del mismo modo, la empresa recalca las renovaciones de marcas como Carlos I y Montecillo y su gran aceptación en sus principales mercados.

Antes del cierre de 2016, el consejo de administración de Osborne tomó la decisión de destituir a Alfonso Calderón, director general durante once años, quien "deja la compañía en posición fuerte después de haber superado la crisis", según se limitó a informar entonces la firma. Tras el cese de Calderón la compañía prosiguió con un proceso interno de reestructuración de diversos puestos directivos en lo que denominó una "transición ordenada" que ahora culmina con el relevo en la cúpula ratificado el sábado en la junta de accionistas.

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