UGT y CCOO pidieron ayer al Gobierno negociar el anteproyecto de Ley sobre el teletrabajo y subrayaron la importancia de trabajar en el diálogo social con la patronal en aras de garantizar la protección de los derechos de los trabajadores, mientras que CEOE y Cepyme mostraron su oposición al texto presentado.

Así se lo trasmitieron los agentes sociales al secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, en una reunión para fijar el calendario de diálogo sobre el anteproyecto de Ley de Trabajo a Distancia que prepara el Gobierno.

En un comunicado, la patronal considera que el anteproyecto es “desequilibrado, de enfoque errático, apartado de la realidad del tejido productivo y de las necesidades de empresas y trabajadores, que lejos de fomentar con garantías la utilización de esta forma de organización del trabajo podría desincentivar su implantación en España y ralentizar su consolidación”.

CEOE y Cepyme consideran que la ley no aporta la confianza y la seguridad necesarias para generar inversiones y empleo, lo que creen que es consecuencia de que se haya concebido al margen del diálogo social “orillando la necesaria implicación y participación de los interlocutores sociales en la vida económica y social del país”. Por esta razón, pidieron al Ministerio de Trabajo que rectifique y retorne a la senda de la mesa de diálogo.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ya alertó hace días de que muchos empresarios podrían contratar fuera de España si el teletrabajo termina siendo inasumible, tras conocerse que la Ley prevé que las empresas sufraguen en su totalidad una modalidad que no podrá conllevar gastos para el empleado.

En declaraciones remitidas a los medios tras la reunión, la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, confió en que haya marco para la negociación y acuerdo porque el teletrabajo “está cogiendo auge en España y la regulación es muy escasa”.

CCOO ve necesario regular el teletrabajo en el ámbito del diálogo social, es decir, con negociación con patronal y sindicatos y distingue dos cualidades, la voluntariedad para empresas y para trabajadores y la reversibilidad que permita volver a la modalidad presencial.