Economía

Portugal sube el IVA, baja los sueldos de los funcionarios y corta la inversión

  • El país luso eleva el impuesto al 23%, reduce los gastos y las plantillas públicas con el objetivo de ahorrar 3.400 millones de euros.

Portugal anunció nuevas medidas de austeridad para reducir el déficit público que incluyen un aumento del IVA, del 21 al 23%, rebaja entre un 3,5 y un 10% del salario de los funcionarios, congelación de pensiones y recortes de gasto e inversión estatal. El primer ministro luso, el socialista José Sócrates, afirmó que se trata de medidas "duras y exigentes" pero imprescindibles para cumplir los objetivos económicos del país, de los cuales, recordó, "depende su credibilidad internacional"

La decisión del Gobierno luso se produjo cuando la deuda portuguesa sufre las mayores penalizaciones de esta década en los mercados y tras recordar Bruselas que Lisboa debe cumplir la meta de reducir el déficit público, que en 2009 cerró en el 9,3%, hasta el 4,6 el próximo año. Sócrates informó de las nuevas medidas económicas tras el consejo de ministros en el que fueron aprobadas y apeló al coraje y la responsabilidad de las fuerzas políticas para que el país pueda responder a sus desafíos y cerrar 2011 con el mismo déficit de Alemania.

El ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que acompañaba a Sócrates, explicó que además del aumento del IVA, que se aplicará en 2011, aumentarán los ingresos fiscales con ajustes de bonificaciones que favorecen sobre todo a sociedades y empresas y cambios en los sistemas de tributación. La contribución de los trabajadores del sector público a su caja de seguridad social subirá el 1 por ciento y el Estado ingresará además 2.600 millones de euros con el traspaso del fondo de pensiones de una de la mayores empresas del país, Portugal Telecom, en la que hay menos de un 8% de participación de capital público.

El recorte de salarios de los funcionarios será escalonado, según Teixeira, y del orden del 3,5% para los salarios más bajos, del 5 para los que rondan los 1.500 euros y del 10% para los escalones más altos. Además, la plantilla de trabajadores del sector público y sus promociones quedan congeladas, habrá una reducción de contratos no especificada, se reducirá la flota de vehículos y se aumentarán diversas tasas de los servicios de justicia y administración del Estado para obtener más ingresos.

Sócrates señaló que los recortes salariales están en la línea de los que fueron adoptados en España y Teixeira subrayó que esta medida va a tener un efecto inmediato en el gasto del Estado. En total Portugal espera ahorrar 3.400 millones de euros con la batería de cerca de una veintena de medidas de ahorro y aumento de ingresos públicos.

También las inversiones públicas se congelan durante lo que queda de año para cumplir la reducción de dos puntos porcentuales del déficit, hasta el 7,3%, a la que se comprometió Portugal en el plan presentado a Bruselas en marzo pasado y que tenía dificultades para cumplir. Según el ministro de Finanzas, las medidas de austeridad, incorporadas al proyecto de presupuesto del Estado para 2011, son en dos terceras partes de reducción del gasto y sólo en un tercio de aumento de ingresos fiscales.

El rechazo de la oposición conservadora a apoyar unos presupuestos que incluyeran más impuestos desató una tormenta política la semana pasada que llevó al presidente Anibal Cavaco Silva a convocar a todos los partidos. Cavaco pidió un esfuerzo para consensuar el presupuesto y alertó de las "consecuencias gravísimas" de una crisis política en la actual coyuntura de Portugal. Tras las reuniones y antes de conocerse las nuevas medidas económicas del Gobierno, en minoría parlamentaria, los partidos se mostraron dispuestos a hacer viables los presupuestos pero sin renunciar a sus postulados.

El principal partido de la oposición, el Social Demócrata (PSD centro-derecha) insistió en que no quiere más impuestos y las organizaciones marxistas en que debe haber un giro político para combatir el desempleo y acabar con los recortes sociales. Entretanto, varias decenas de miles de manifestantes protestaron en la capital portuguesa y en Oporto contra el desempleo y la injusticia social en una marcha organizada por el mayor sindicato luso, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) que prometió nuevas acciones contra la política gubernamental.

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