Vodafone recurre a la tarifa plana para intentar frenar la fuga de clientes que lo azota desde hace meses. Será el primer gran operador que lance en España llamadas y mensajería ilimitadas a cualquier número las 24 horas del día para hacer frente a la amenaza que plantean otras compañías como Yoigo y Orange (bajo la marca Amena), que ya irrumpieron en este segmento en verano, o como Telefónica, que a través de su oferta Movistar Fusión, aglutina fijo, móvil, internet (ADSL o fibra óptica) y televisión en una única factura.

El segundo operador del mercado móvil en España articula su ataque en torno a un producto bautizado como Vodafone Red, dirigido tanto a clientes particulares como a empresas y autónomos, que se lanzará al mercado el próximo lunes día 12 de noviembre. "Los clientes quieren un servicio sin preocupaciones, un todo incluido de calidad que les permita no estar pendientes de cuántos minutos o mensajes llevan gastados para no superar su límite", avanzó el nuevo consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, durante la presentación ayer de la nueva estrategia en Madrid. Por ello, la compañía ofrece tres tarifas con llamadas y mensajes ilimitados que se diferencian entre sí por los límites de descarga y de velocidad de internet móvil, la capacidad de almacenamiento en la nube y el servicio de atención al cliente. En la práctica, sí que se establece un tope a la voz y los sms para evitar abusos: 6.000 minutos al mes a 200 destinos y 1.500 sms, lo que rebasa con creces el uso medio de un cliente que oscila entre los 300 y 600 minutos al mes, según Coimbra. Los nuevos planes de precios vendrán a sustituir a los anteriores organizados por tallas (@S, @M...), por lo que habrá un periodo de transición para dar el salto de unos a otros.

La tarifa Red, la más sencilla de las tres, tiene un precio de 35 euros al mes con navegación por internet móvil de 1,5 gigabytes (GB) de descarga y posibilidad de almacenar en la nube 10 GB de datos -vídeos, fotos, música, contactos de la agenda...-. La tarifa Red2 cuesta 50 euros mensuales, ofrece 3GB para navegar y un almacenamiento de 30 GB. Y la última, Red3, sale por 70 euros con 5 GB a máxima velocidad y 60 GB en la nube. Todas exigen un compromiso de permanencia de dos años, que se puede anular pagando ocho euros más, esto es, por 43, 58 y 78 euros, respectivamente.

Pero Vodafone no se olvida de los usuarios que se inician en el mundo de los smartphones o teléfonos inteligentes y que demandan planes low cost. Vodafone Base aglutinará, así, también tres tipos de tarifas: la de 9 euros, con llamadas a dos céntimos el minuto y 500 megas (MB) de velocidad de navegación; la de 15 euros, con 100 minutos de voz y 750 MB; y la de 25 euros con 250 minutos y 1GB. Estos precios son con permanencia de dos años y sin ella cuestan cinco euros más.

En su "cambio de paradigma", como lo denominó ayer Coimbra, Vodafone tampoco ha dado de lado a dos factores esenciales a la hora de captar y retener clientes: la subvención de terminales y la oferta de servicios combinados (no sólo telefonía e internet móvil). Así, en cada una de las seis tarifas presentadas, el usuario podrá elegir el smartphone que desee, sin que éste venga predefinido por el operador. La compañía establece cinco tipos: básico, estándar, avanzado, premium y top, y el cliente podrá dedicir si lo paga por adelantado o lo incluye a plazos en la tarifa. La cúpula de Vodafone no quiso entrar en si ha dado marcha atrás en la retirada de la subvención de terminales decidida a principios de año, pero es cierto que los que se ofrecen ahora incluyen importantes descuentos.

Asimismo, y como respuesta a ofertas todo en uno como la de Movistar Fusión, la compañía ofrece la posibilidad de contratar ADSL por 20 euros más al mes, cuota de línea incluida. Este precio se elevará hasta los 30 euros si se trata de clientes con acceso indirecto.