Economía

Zapatero abre ahora la puerta a una subida de los impuestos indirectos

  • El presidente del Gobierno avanza que la reforma fiscal se concentrará, además de en la deducción de 400 euros del IRPF y las rentas del capital, en el IVA y las tasas especiales sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abrió ayer la puerta a una subida de los impuestos indirectos, que se sumaría a la ya anunciada sobre las rentas del capital y a la revisión de la deducción de los 400 euros en el Impuesto a la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF). Por su parte, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, negó que la reforma vaya a afectar a las rentas del trabajo, en respuesta al PP que asegura que recaudar los 15.000 millones de euros que propone el Gobierno supondrá aportar "1.000 euros por familia".

Zapatero se refirió a la subida impositiva en la conferencia de prensa que ofreció en Cerdeña junto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Si el miércoles, en su intervención en el Congreso para informar de la situación económica, no concretó los impuestos que tiene previsto subir el Gobierno, ayer tampoco lo precisó, pero citó expresamente a los impuestos indirectos como una de las figuras que podrían ser objeto de modificación. Entre éstos se encuentran el Impuesto al Valor Añadido (IVA) y los que gravan los hidrocarburos, el alcohol y el tabaco.

Fuentes del Ejecutivo insistieron en que no pueden hacer públicas las reformas antes de hablar con los grupos parlamentarios, ya que las subidas de impuestos se incluirán en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, será así la encargada de informar a los grupos de las previsiones del Gobierno y de escuchar sus iniciativas antes de plasmar en el proyecto de ley una propuesta concreta.

Lo que sí se deja claro el Gobierno es que no se pueden aceptar ni los planteamientos del PP, contrario a cualquier subida impositiva, ni los de IU, que apuesta por un crecimiento generalizado de los impuestos para las rentas más altas.

En su intervención, Zapatero insistió en que su Gobierno ha bajado los impuestos en los últimos años y ahora, debido a la crisis, va a pedir a los ciudadanos un esfuerzo "temporal", teniendo en cuenta que la presión fiscal en España se sitúa en el 32,6% del PIB, "de las más bajas de la UE".

Según el presidente, la "grave crisis económica" y el déficit que debe corregir España hasta 2012 -ahora se aproxima al 10% del PIB-, junto con la intención del Gobierno de no reducir el gasto social, obligan al Ejecutivo a llevar a cabo un aumento de impuestos que, en principio, se limitará a la deducción de 400 euros, introducida hace dos años, al gravamen sobre las rentas del capital, situado en el 18%, y a la imposición indirecta. De hecho, el Gobierno aprobó en junio un incremento de los impuestos especiales que gravan el tabaco y los carburantes, con los que esperan recaudar más de 2.000 millones.

El jefe del Ejecutivo destacó que el Gobierno ha rebajado los impuestos en los últimos años en 20.000 millones, recortando cinco puntos el Impuesto de Sociedades y rebajando una media del 6% el IRPF. Además, apuntó la supresión del Impuesto de Patrimonio por 1.800 millones, así como la "devolución extraordinaria" de los 400 euros por contribuyente en el IRPF, deducción que ahora está en revisión. Todo ello, añadió, ha permitido reducir la presión fiscal y bajar impuestos en un momento en que el crecimiento económico lo hacía "conveniente".

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