Una definición estereotípica de Andalucía se basaría en tres premisas: el mejor lugar para vivir; la tierra del arte y el salero; el imperio de los holgazanes. Para encontrar una contradefinición, o una redefinición con matices, sería muy útil tomarse un café con José Daniel Sánchez (Sevilla, 1985), director de marketing de Syderis Technologies, una empresa enchufada a la mina inagotable de las aplicaciones para móviles y tabletas. "Los andaluces tenemos complejos grandísimos, creemos que lo de fuera siempre es mejor que lo de aquí, sentenciamos que si tu apuesta sale has dado un pelotazo (nunca es fruto de trabajar como un mulo) y sólo concebimos triunfar a la primera, cuando en EEUU hablan por defecto de dos fracasos antes del éxito".

Sánchez es una especie de Mark Zuckerberg (el fundador de Facebook) a pequeña escala. Da charlas en la universidad, recibe en su despacho a los jefazos de Telefónica y Vodafone y es uno de los talentos arropados por Microsoft, con quien Syderis prepara un proyecto educativo no por cantado menos revolucionario: el colegio internacional SEK estrenará el próximo curso en sus clases de infantiles (alumnos de 5 años) un nuevo concepto de enseñanza basado en tabletas como el iPad y en ejercicios que harán innecesarios el papel y la mochila. La caligrafía y la geometría, aquellos conceptos básicos que antes nos enseñaba la tele vía Barrio Sésamo (la verdadera escuela de muchos hijos de los setenta), esperarán ahora en pantalla.

La feroz irrupción del iPhone en 2006 fue la inspiración de Syderis, creada en 2009 por tres informáticos andaluces, con nueve trabajadores y una modesta facturación de debut de unos 100.000 euros. Apple les hizo pensar en una especie de "iPhone gigante multitáctil" que sirviera indistintamente para la escuela, Fitur, el Reina Sofía o un punto de información de la sierra de Baza. Pero, sobre todo, la compañía de Steve Jobs, la más cool del planeta, les indicó la tecla ganadora, la gallina de los huevos de oro, el reino de la aplicación, un tablero donde compiten tres plataformas -Apple, Google con Android y Microsoft con Windows Phone- y donde los ingresos pueden ser terriblemente jugosos para quien ejecute una jugada maestra (Syderis está en ello).

Algunos amigos de José Daniel trabajan en la primera división de la industria informática -Google, Nvidia, el imperio de Bill Gates-. Syderis busca su propio hueco, y para ello necesita tres escaparates: Silicon Valley, donde en breve abrirá una oficina; Reino Unido y Alemania. "La sede física importa mucho menos porque lo mismo que haces allí lo puedes hacer desde aquí; estar en California es más una cuestión de contactos", explica antes de añadir que Andalucía "está repleta de talento".

Ideas brillantes, comienzos difíciles. "Aún tenemos más gastos que ingresos". Una vieja y recurrente historia. Pese a la escasez, "encontrar ayudas no es tan difícil; es lo que ofrecen, a distintos niveles, Extenda o la agencia IDEA. Pero queremos socios, empresas del sector y gente con ganas de invertir". Quien tenga unos ahorrillos ya dispone de una alternativa al euromillón.