Economía

Así es el olivar sevillano desde el cielo

Viaje en globo sobre los olivares sevillanos. / José Ángel García

Andalucía es una de las regiones con mayor riqueza agraria de Europa y del mundo: todo tipo de frutas y hortalizas, cítricos, fresas, productos tropicales, arroz, trigo y casi todo lo imaginable. Pero si hay algo que atraviesa toda la región y en mucha abundancia es el olivar. Su producto estrella, el aceite de oliva, es un gran desconocido a veces para los propios andaluces. ¿Sabías que hay más de 2.000 variedades de aceituna en el mundo y que en Andalucía se producen algunas de ellas como la arbequina, la hojiblanca, la picual, la picudo o la manzanilla? ¿Que hay olivar de regadío y de secano, que hay explotaciones tradicionales con olivos centenarios y otras intensivas y superintensivas que potencian el rendimiento y reducen los costes de producción? ¿Que una almazara ya se parece más a cualquier industria de alta precisión que a la tradicional imagen del prensado y decantación de la aceituna?

Aceites de Oliva de España, la interprofesional que agrupa a todo el sector y que es la encargada de promocionar el producto en toda España, ha querido esta semana mostrar una parte de ese patrimonio, con visitas a almazaras, cooperativas y envasadoras, con actividades gastronómicas y con un recorrido en globo aerostático sobre los olivares de Sevilla, en concreto sobre los del término municipal de Écija. En un día neblinoso y con una altura máxima de 400 metros porque así lo exige la normativa aérea, el globo era un lugar privilegiado para contemplar los perfectamente alineados olivares sevillanos donde es más frecuente el cultivo intensivo que en otras provincias como Jaén. El viaje se enmarca en la campaña '0live Oil World Tour', con la que se promociona el aceite de oliva en todo el mundo dentro de la campaña de la UE 'Join The European Healthy Life Style'. Aquí puedes ver algunas imágenes del tour.

En la provincia Sevilla predomina el olivar intensivo y superintensivo, lo que hace que el paisaje sea mucho más ordenado

Sevilla es una de las primeras provincias españolas en superficie, con 206.932 hectáreas dedicadas al olivo. El año pasado, produjo 149.000 toneladas de aceite de oliva, el 10% de todo lo producido en Andalucía. Cuenta con una Denominación de Origen, Estepa, cuyo emblema es Oleoestepa. Sus aceites son los más vendidos de cooperativa en España y año tras año recibe premios por su calidad. Más de 5.000 familias se agrupan en torno a sus 17 almazaras, que producen 25.000 toneladas de producto.

Tras el viaje en globo, visitamos la Hacienda Guzmán, una bellísima hacienda gestionada por la Fundación Juan Ramón Guillén, referente del oleoturismo. Este espacio cuenta con un museo más de 300 especies de olivo diferentes, una moderna almazara, una antigua con una prensa de varios metros de largo y una edificación que bajo la batuta del hijo de Cristóbal Colón, Hernando Colón, fue en su día una de las mayores fábricas de aceite de oliva del mundo, con tres torres que hacían de molino. 

La Hacienda Guzmán es un referente del oleoturismo: cada año recibe 25.000 visitas

En la hacienda, la familia Guillén, a través de Acesur, fabrica su marca premium propia, HG. La ventaja es que el proceso de fabricación del aceite es muy rápido: desde que se recoge la aceituna -a mano, por cierto- hasta que se almacena pueden pasar como máximo cinco horas, lo que incrementa la calidad. El aceite es como el pan: si se hace pronto, seleccionando las mejores aceitunas y a temperatura y tiempo adecuado, sus características organolépticas son más potentes.HG vende cuatro tipos de aceite: hojiblanca, arbequina, manzanilla -aceituna que no suele ir a aceite por su bajo rendimiento- y un mix de las tres anteriores. Una botella de medio litro -están en puntos de venta gurmé de todo el mundo- puede costar 19 euros. Irene Trujillo, responsable de ventas de la marca, dirige una cata que recuerda mucho a las de los buenos vinos. Un ejemplo. HG Arbequina: matices a manzana, plátano y almendra. Ideal para carnes y pescados blancos, sopas frías, postres y helados.Y es que en Andalucía muchos piensan que el aceite de oliva es solo para cocina, tostadas y ensalada. Pero su exportación a todo el mundo, y el desarrollo de la alta cocina, han extendido sus usos. En China, por ejemplo, no se come pan, por lo que hay que buscar usos diferentes para un producto que, recordemos, allí es de alta gama. Un chorreoncito de aceite sobre un helado de chocolate es un ejemplo de ello. Al final de la jornada, el restaurante Abantal, con una estrella michelín, muestra nuevos y reveladores usos del aceite de oliva en la cocina. La cultura de un producto milenario está en continua evolución.

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