Luis Pérez Gascón lleva más de dos años en la Asociación de Agencias de Viajes Asociadas de Andalucía (Aedav), aunque su experiencia en el sector parte en la década de los 70. Desde su cargo de vicepresidente ejecutivo de la Aedav, vivió de cerca el caos aéreo provocado por la nube de ceniza creada por el volcán islandés .

-Algo más de dos semanas después del caos aéreo por la nube de ceniza, ¿en qué estado se puede decir que se encuentra el sector?

-Está en mal estado. Las consecuencias acumuladas por la nube tienen sus efectos y su tiempo de recuperación. Está claro que los viajeros cada vez reservan con menos antelación. Si encima se encuentran los aeropuertos cerrados, tienen derecho a recuperar su dinero, pero entonces las vacaciones las postergan o simplemente las suspenden. Son decisiones difíciles de prever que nos afectan.

-¿Existe algún balance de pérdidas a nivel andaluz?

-No, cuantificar todo eso en tan poco tiempo es muy difícil. Todos los balances de pérdidas de aerolíneas u hoteleras son puras estimaciones. Por ejemplo, las compañías aéreas estiman los daños en una banda muy ancha, que va de los 1.500 a los 2.500 millones. La Ceavyt (Confederación Española de Agencias de Viajes y Turoperadores), de la que somos miembros, estima que las pérdidas a nivel nacional han sido de unos 18,5 millones, aunque probablemente serán más. Es una cuestión que ha afectado a todo el mundo, ya sean agencias, hoteleros o aerolíneas.

-Está claro que fueron días de mucha incertidumbre.

-Totalmente, y de mucha actividad. Si no hay vuelo, no llegaban o no se iban, y había que tomar muchas decisiones para repatriarlos o darles un servicio adecuado.

-Algunos empresarios aseguran que los tour operadores tradicionales se han portado bien, no así otros on line o compañías de bajo coste. ¿Cuál cree que ha sido el comportamiento de las agencias?

-El mejor posible dentro de las circunstancias. Las agencias están al cargo de los pasajeros y han estado pendientes de todo. Luego, las aerolíneas piden ayudas, y seguro que tienen derecho a ellas, pero su comportamiento en algunos casos no ha sido ejemplar, sobre todo las de bajo coste. Incluso algunas se desentendieron de prestar unos servicios mínimos al cliente.

-La Junta tiene previsto intensificar la promoción en los destinos afectados. ¿Qué le parece la medida?

-Las pérdidas han sido cuantiosas, y habría que apoyar al sector turístico afectado por la nube con medidas económicas. Los daños son reales y ajenos a nuestra voluntad. Se han tenido que afrontar nuevos gastos, lo que se debe compensar.

-¿Empeora todo lo ocurrido las previsiones para los próximos meses?

-Sí, sin ninguna duda, porque hasta que la situación no se normaliza hay un gran vacío. Las reservas irán llegando, pero todo lo que había en aquel momento queda cortado. Lo que tenemos que hacer es recuperar la normalidad operativa.

-Las cifras de marzo y Semana Santa son buenas. ¿Cree que hay signos de recuperación en el sector?

-La Semana Santa fue una grata sorpresa, pero otras informaciones que nos han llegado dicen que la ocupación en la Costa del Sol bajó un 2%, lo que es significativo. Veremos los datos de abril con lo del volcán. No obstante, hablar de previsiones de verano es aventurado, sobre todo por la crisis. Especular con que va a mejorar el año es precipitado, en mi opinión. Podemos confiar en una recuperación, pero es un terreno especulativo. Hay que ser optimistas, pero son sólo deseos.

-Lo que no les tiene contentos es la subida del IVA.

-Para nada. Si lo que se trata es de apoyar al consumo y la ocupación de los hoteles, creemos que es una medida que no ayuda en absoluto.

-¿Cuál es la situación a día de hoy de las agencias de viajes?

-Todo el mundo aguanta lo mejor posible. Hay expectativas de cambio, aunque las últimas cifras de paro son un hecho preocupante.