El Directorio Central de Empresas (Dirce) del Instituto Nacional de Estadística (INE) es el mejor instrumento para conocer la densidad empresarial, ya que refleja el número de entidades con actividad real. En la última edición se recogen los datos a fecha de 1 de enero de 2018, es decir, los correspondientes a todo 2017. Y quedan claras dos cosas: continúa el ritmo al alza –se crean más empresas de las que se destruyen– y de los sectores con peso en la economía sólo el comercio retrocede.

Densidad empresarial en España y Andalucía

Así, Andalucía se sitúa en 509.137 empresas, unas 7.400 más que el año anterior, o, lo que es lo mismo, un 1,47% más. Éste es el cuarto año seguido de crecimiento, lo que ha propiciado que desde el 1 de enero de 2014 hasta el mismo día de 2018 la densidad haya aumentado en 40.000. La cifra es insuficiente para regresar al nivel de 2008, cuando la región contaba con 522.815 empresas.

A nivel nacional, el número de empresas se sitúa en 3.337.646, lo que significa que en Andalucía están asentadas el 15% de las empresas del país, cifra inferior a su peso poblacional (alrededor del 18%). Respecto a 2016, a 1 de enero de 2018 había en todo el país un 1,7% más de empresas, un avance ligeramente superior al andaluz (1,47%). Eso sí, desde 2008, la evolución nacional y andaluza es similar, con un descenso en los dos casos del 2,5% en diez años.

Hay 88.952 empresas de comercio minorista a 1 de enero de 2018, 1.500 menos que un año antes y lejos de las 100.000 precrisis

Más allá de la evolución general, lo más relevante es que, en un contexto de alegría para la práctica totalidad de las actividades, el comercio pierde más de mil empresas (1.048), una reducción del 0,77% equivalente a la registrada a nivel nacional. Dentro del propio comercio, es el minorista, es decir, el que vende directamente al público, el que verdaderamente sufre, con un descenso en 2017 del 1,7%, unas 1.500 empresas menos en Andalucía (88.952 en total) Es lógico pensar que la ploriferación de franquicias ha afectado al negocio tradicional, lo cual ha reducido el número de firmas, pero también el número de tiendas baja en unas 1.300 en 2017, de lo que se deduce que las nuevas formas de venta digital están calando fuerte.

El resto de sectores de relevancia registra avances. Así, la industria cuenta con 29.225 empresas frente a las 27.644 de hace un año, aunque la cifra aún está lejos de las 34.200 de 2007. Algo similar ocurre con la construcción: hay 54.700 firmas vinculadas a este sector, frente a las 52.860 del Dirce anterior, pero a una distancia sideral de las más de 65.000 previas a la crisis. Es el resto de sectores (que el INE engloba en un único apartado y que incluyen hostelería, transportes y almacenamiento, finanzas, inmobiliario, actividades administrativas, educación, sanidad y servicios sociales) donde sí se detecta un aumento fuerte. En 2017 pasa de 285.746 empresas a 290.768 en un año, un 1,76% más. Es el único grupo de actividades que mejora en densidad respecto a 2008, ya que entonces había 275.508 firmas.

Por provincias, sigue siendo Málaga la más dinámica, hasta el punto de que acapara casi el 50% del crecimiento de la densidad empresarial, con 3.597 nuevas firmas, un 3,01% más. A distancia le siguen Almería (1,42%), Sevilla (1,25%, con menos empresas que Málaga), Granada (1,16%), Huelva (1%), Cádiz (0,87%), Jaén (0,56%) y Córdoba (0,21%).

En cuanto a la estructura empresarial, el 96% tiene menos de 10 trabajadores, un porcentaje que apenas ha variado pese a la recuperación. El 53% no tiene ni un sólo asalariado, es decir, son unipersonales. La buena noticia es que suben significativamente las empresas de más de 1.000 trabajadores, de 47 a 59, aunque a costa de que bajen las que van de 500 a 1.000 (de 81 a 77). De más de 5.000 trabajadores, según el INE, sólo hay dos en Andalucía, frente a las 119 que hay a nivel nacional.