El consorcio promovido por el Ministerio de Fomento se mostró ayer satisfecho con la decisión del Gobierno brasileño de aplazar al menos un año la licitación del AVE que unirá Río de Janeiro y Sao Paulo, ya que será bueno para el país sudamericano y para las empresas interesadas en el proyecto.

Así lo indicaron a Europa Press fuentes cercanas al consorcio, que confirmaron que España había solicitado en junio el retraso al considerar "conveniente" seguir analizando los diferentes riesgos de tipo financiero y tecnológico. "Se trata de una medida prudente a la hora de valorar todos los riesgos de la primera concesión mundial que sale a concurso de este tipo de servicio", señalaron las mismas fuentes. Asimismo, desvincularon la solicitud de aplazamiento por parte de España con el accidente ocurrido el pasado 24 de julio en Galicia ya que "no tiene nada que ver". La petición se cursó en el mes de junio porque era "difícil", con el tiempo que quedaba disponible, realizar un análisis "serio y profundo" de los riesgos, sobre todo de tipo financiero, que conlleva la concesión.

En el mismo sentido se pronunció la ministra de Fomento, Ana Pastor, que calificó el retraso "de buena noticiapara las empresas españolas porque les permite ganar tiempo para presentar sus ofertas".

El AVE a Brasil constituye un macrocontrato estimado en unos 13.000 millones de euros que contempla la construcción y explotación de una línea AVE de 511 kilómetros de longitud que unirá Río de Janeiro, Sao Paulo y Campinhas. Los grupos interesados en pujar por esta primera licitación del proyecto, presupuestada en 2.450 millones de euros, tenían de plazo hasta el próximo viernes para presentar sus ofertas. Sin embargo, el Ejecutivo brasileño anunció el pasado lunes que retrasaba la licitación.

El Ministerio de Fomento había promovido la formación de un consorcio, presidido por José Eladio Seco y compuesto por las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco, y las firmas privadas ACS, Talgo, Indra, Elecnor, Abengoa, Thales, Bombardier y Dimetronic. A su vez, el fabricante ferroviario CAF ultimaba la constitución de otro consocio con el que competir por el proyecto, según informaron a Europa Press fuentes del sector, que detallaron que se trataría también de un grupo con sello español.