Economía

"Es de ignorantes retorcidos decir que el empresariado quiere abaratar el despido"

  • Banegas afirma que el trabajador se va al paro porque "los sindicatos quieren" al "no permitir unas relaciones laborales flexibles" · Exige al Gobierno más apoyo al sector TIC para que sea líder mundial en cinco años

-Asegura que el interés del Gobierno por las telecos se ha desvanecido con la crisis, ¿esto se contradice con el cambio de modelo económico que promueven?

-Como dirían los indios: "Mi no comprender". El Gobierno de Zapatero hizo en la primera legislatura promesas en materia de innovación que se cumplieron, cosa insólita en política, pero ahora de golpe cambia de dirección cuando más falta hace. Y la excusa de la crisis no me vale porque este sector no vive de la caridad pública. Lo que sí necesita son políticas perspicaces y adecuadas que favorezcan la inversión en innovación y tecnología. El Ejecutivo en lugar de facilitarnos la vida, nos pone arena en las ruedas.

-¿Arena como el impuesto para financiar la televisión pública?

-Es una decisión grave. A nuestro sector, que dinamiza y arrastra el crecimiento económico, no se le cuida y se le penaliza con impuestos absurdos. Nos están obligando a pagar el despilfarro de la televisión pública. No es de recibo que, para que los operadores de televisión ganen dinero, tengamos que perderlo nosotros.

-¿Qué riesgos se corren al dar luz verde a este tipo de medidas?

-Los Gobiernos que promueven estas políticas se cargan los países. España, después de un esfuerzo de 10-12 años, tiene por primera vez el reloj tecnológico en hora. El problema es que éste va muy deprisa y, si no se le da cuerda o se le cambia la batería, se pasa de estar bien posicionado a estar en la cola a una velocidad de vértigo. Por ello, no tienen sentido medidas así ahora que España debe pasar de una situación de retraso a otra de convergencia. Debemos estar a la cabeza de las TIC en el mundo.

-¿No es éste más un deseo que una previsión real?

-Si el Gobierno crea el marco regulatorio que incentive la inversión privada, España se convertirá en un líder mundial de las telecomunicaciones en cinco años. Ya somos referentes en penetración telefónica fija y móvil, banda ancha móvil, cambio de operador o televisión digital terrestre, así que no será tan difícil escalar hasta la cima si el Ejecutivo se pone las pilas.

-¿Qué le piden concretamente?

-Que atienda a las cosas que dan de comer, que son importantes, como las TIC, y que se deje de cosas que no le interesan a nadie como el aborto o las peleas con el PP. En definitiva, que favorezca el crecimiento de nuevos sectores en vez de gastar fondos inútilmente en el mantenimiento de otros obsoletos. Las administraciones deberían dar ejemplo e invertir más en tecnología, eliminación del papel, universalización de los derechos digitales... El impacto sería extraordinario y el coste mínimo.

-Pero sus demandas no se quedan ahí, van más allá...

-Mi receta mágica para España pasa por cuatro cosas: invertir más en educación, en innovación y en capital tecnológico, porque si no se compite a la pata coja en un mundo globalizado, pero, sobre todo, impulsar un marco laboral flexible. Hay que romper con las relaciones laborales centralizadas y permitir que empresa y trabajador negocien de tú a tú. Los ignorantes malintencionados dicen que el empresariado quiere abaratar el despido. Mienten y ofenden al sentido común. Lo que queremos es adaptarnos competitivamente al entorno. En época de crisis, se podría llegar a acuerdos bilaterales para trabajar a tiempo parcial, rebajar los salarios durante un tiempo... Lo que no puede ser es que las relaciones no sean libres y los trabajadores se vayan al paro porque los sindicatos no permiten esta flexibilidad.

-Pero es un arma de doble filo...

-Para nada. No conozco a ningún empresario que despida por vicio. Engordan y son más felices cuando contratan a gente y se sienten fracasados cuando despiden. Dejémosles crear riqueza y empleo que es su función social. Si un político o sindicalista sabe cómo hacerlo, que se meta a empresario.

-¿De qué manera está afectando la crisis al sector TIC español?

-El año pasado resistimos mejor que otros, pero éste sí estamos padeciendo la crisis, aunque en términos menos dramáticos que la construcción o la automoción. En 2008 estancamos la facturación en 102.000 millones de euros, pero me conformaría con repetir cifras de nuevo, no bajar de la barrera de los 100.000 millones.

-¿Se resentirán las inversiones? ¿Y el empleo? Gigantes de la talla de Microsoft, Sony o Intel han anunciado drásticos ajustes.

-Las inversiones seguirán cayendo y con el empleo no sé qué va a pasar. El año pasado logramos mantenerlo, pero es pronto para vaticinios. De todas formas, España tiene poca producción tecnológica y mucho consumo, por lo que los recortes serán menores.

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