Algo más de la mitad (55%) de los millennials (nacidos entre 1978 y 1999) no confían en recibir una pensión pública en el momento de su jubilación y tres cuartas partes (74%) consideran que el aumento del déficit de la Seguridad Social amenaza la viabilidad del sistema, según la IX encuesta elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones. Estas expectativas explican por qué ocho de cada diez (81%) de los millennials opinan que es necesario reformar el sistema de pensiones. Del total de los encuestados entrevistados en Andalucía, menos de uno de cada diez (8%) ha comenzado a ahorrar para la jubilación.

La encuesta se realizó entre el 16 de septiembre y el 15 de octubre a una muestra representativa de 3.085 entrevistas a residentes en España nacidos entre 1978 y 1999, la denominada generación millennial.

El sondeo muestra que los millennials son conscientes de la importancia del ahorro, aunque, entre los entrevistados en Andalucía solo el 28% dedican habitualmente una parte de sus ingresos mensuales a algún producto de ahorro (frente al 35% de la muestra nacional). De entre quienes no ahorran habitualmente (72%), uno de cada dos (52%) asegura que sus ingresos no se lo permiten.

Durante el confinamiento de marzo y abril, el 49% de los millennials encuestados en Andalucía consiguió ahorrar, pero, una vez finalizado, la proporción de los que siguen ahorrando ha descendido al 34%. En este sentido, 55% declara que la experiencia de la crisis le ha hecho ver la conveniencia de ahorrar más y gastar menos, mientras que el 45% afirma que no tiene intención de cambiar sus hábitos.

El 92% de los encuestados asegura que aún no ha comenzado ahorrar para su vejez, si bien dos terceras partes de ellos creen que es conveniente hacerlo, comenzando a una edad cercana a los 39 años.

El horizonte de la jubilación todavía queda lejano para los millennials. La mitad de los entrevistados en Andalucía (50%) no han pensado a qué edad les gustaría jubilarse, pero una proporción similar (45%) declara que le gustaría jubilarse lo antes posible o, en todo caso, antes de los 65 años. Sólo un 5% quiere jubilarse tan tarde como pueda.