Economía

Cuatro de cada diez veinteañeros ocupados en España tienen contrato temporal

  • La temporalidad entre los jóvenes universitarios ha aumentado significativamente.

La temporalidad en el mercado laboral español ha disminuido en los últimos años aunque los principales perjudicados siguen siendo los de siempre: los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes. Casi el 42% de los jóvenes entre 25 y 29 años ocupados en España tienen un trabajo temporal, aumentando la temporalidad entre jóvenes universitarios. En el caso de la población extranjera el aumento de desempleo ha sido bastante importante, por lo que la temporalidad también ha aumentado a mayor ritmo que entre los empleados nacionales.

Siguiendo la tónica iniciada en los pasados años, el mercado de trabajo para las personas jóvenes en España se caracteriza por la temporalidad en el empleo. A pesar de ello, el porcentaje de trabajadores que han firmado un contrato de duración determinada con respecto al total de los asalariados del grupo de edad se ha reducido por segundo trimestre consecutivo, pasando del 50,6% en el último trimestre de 2007 al 48,9 en el primero de 2008. 

Al igual que en trimestre anteriores, el porcentaje de contratos indefinidos aumenta a medida que aumenta la edad. Así, todavía un 41,8% de asalariados entre 25 y 29 años de nuestro país tiene un contrato temporal. 

La aportación del empleo público a esta situación de temporalidad es significativa, siendo la tasa de temporalidad en el mencionado sector del 51% para los varones y del 69,6% entre las mujeres. Por quinto trimestre consecutivo, casi tres de cada cuatro mujeres jóvenes trabajando en las instituciones públicas lo hace de manera temporal.

Respecto al nivel educativo éste no establece una diferencia notable en lo que a la temporalidad se refiere, si bien ésta es menos frecuente para los titulados en Formación Profesional de Grado Medio o Superior. Destaca especialmente que la temporalidad entre las personas jóvenes que han finalizado estudios universitarios ha aumentado significativamente, situándose en el 47,8% para los varones y en el 51,9% para las mujeres.

En los datos relativos al desempleo, la tasa de paro entre las mujeres jóvenes es del 17,1%, frente al 14,3% de los varones. Estos datos suponen que la tasa de desempleo se ha incrementado tanto para las mujeres como para los varones con respecto al trimestre anterior, cuando se situaba en el 16,3% y en el 11,8% respectivamente. De hecho, la tasa de paro para las personas jóvenes en España se sitúa en el 15,6%, dato que supone un incremento significativo del desempleo tanto con respecto del trimestre anterior como con respecto al primer trimestre de 2007.

Los datos de la Encuesta de Población Activa correspondientes al primer trimestre del año 2008 muestran que el incremento del desempleo ha afectado en mayor medida a las personas jóvenes con nacionalidad extranjera. Para ellas, la tasa de de paro se sitúa en el 18,5% (frente al 15,7% del trimestre anterior), mientras que para las personas jóvenes con nacionalidad española la tasa de paro es del 14,9% (13,4% en el último trimestre de 2007).

Por último, en cuanto al nivel educativo, las cifras muestran cómo las menores tasas de paro se encuentran entre aquellos que han cursado estudios de FP Grado Superior (para los varones la tasa de paro se reduce al 6,6%, la más baja en todos los tramos educativos, sin bien un punto por encima del dato para el cuarto trimestre de 2007) o Universitarios.

Con estos datos sobre la mesa, el Consejo de la Juventud de España reivindica la puesta en marcha inmediata de políticas que incidan de manera efectiva fundamentalmente en dos aspectos: la no discriminación y el derecho de igualdad y el fomento de la formación cualificada. 

Entre otras medidas, el CJE exige un mayor gasto en políticas de I+D+I, superar los déficits de formación y cualificación, una mayor vigilancia por parte de la Administración y responsabilidad del empresariado en materia de salud y seguridad laboral de los trabajadores y trabajadoras  

Además consideran que las Administraciones Públicas deben garantizar el acceso universal, público y gratuito del conjunto de la ciudadanía a todos los tramos educativos para evitar discriminación por motivos de origen, raza o sexo.

El Consejo también pide proyectar un plan de formación especialmente adaptado a aquellos colectivos más desfavorecidos y una mayor coordinación entre los organismos públicos encargados de ofertar la formación a las personas desempleadas. También solicita homomegeneizar el sistema nacional de cualificaciones en todo el Estado y homologar lose estudios de otros países así como adecuar el puesto de trabajo a la titulación, categoría profesional y salario.

Todo ello serviría, en su opinión, para luchar activamente contra cualquier forma de discriminación garantizando la igualdad de oportunidades en las promociones y en los puestos de responsabilidad y decisión de las mujeres, al tiempo que se permitiría una igualdad de salario para un trabajo de igual valor.

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