Economía

La precariedad laboral eleva el precio del alquiler un 50% en cinco años

Pisos en alquiler

Pisos en alquiler / Archivo

El esfuerzo económico de un español para alquilar una vivienda es hoy mucho mayor que hace seis años. Así lo constata el Banco de España en un informe analítico en el que refleja que los precios han aumentado en el entorno del 50% entre el mínimo registrado del último trimestre de 2013 y mayo de 2019.

Esa fuerte escalada contrasta con el "ritmo significativamente menor" de los precios de venta de la vivienda, que se han elevado desde finales de 2013 solo un 6,8%. Eso sí, en los últimos tres años el incremento ha sido mayor, del 14,5%, pero aún muy por debajo del alza del alquiler.

El alza se ha producido de forma muy desigual. Así, Palma y Barcelona (por encima del 50%) encabezan el ránking de capitales de provincias; en tercera posición se sitúa Málaga, con el 46% e inmediatamente después Madrid (45%). Entre las andaluzas, Sevilla aparece la octava, con algo más del 32%, Granada la novena (31%) y ya después Almería (27%), Huelva (21%), Córdoba (11%), Cádiz (8%) y Jaén (7%).

¿Por qué el alquiler se ha encarecido más que la propiedad? Según el Banco de España, hay en primer lugar un incremento de la demanda de una bolsa muy amplia de población que se encuentra en desempleo o que ha encadenado solo contratos temporales en todos estos años. "La combinación de bajos ingresos laborales y de riesgo de pérdida de empleo dificultaría a un porcentaje significativo de hogares (especialmente, jóvenes) con niveles de renta y patrimonio reducidos el acceso a un préstamo para la adquisición de vivienda", afirma la institución supervisora. 

Las familias con bajos ingresos emplean el 46,7% de su renta en la vivienda de alquiler

Esta situación ha hecho que el peso del alquiler -que históricamente ha sido bajo en España- pase del 19,4% en 2005 al 23,9% del conjunto de hogares. O lo que es lo mismo, de 2,4 millones a tres. El alquiler se concentra cada vez más en la franja de edad entre 30 y 44 años (29,9%), en hogares donde la persona de referencia está parada (27,8%) o es asalariada con contrato temporal (37,3%). Y, aunque han perdido peso, aún el 48% de los hogares en alquiler tienen como inquilinos a inmigrantes.

La dificultad para acceder a un crédito, al exigirse para ello un ahorro inicial inasumible para muchas familias, ha hecho, también, que el esfuerzo económico para mantenerse en el alquiler sea cada vez mayor. El Banco de España señala que el español tiene que emplear el 27,8% de sus ingresos para la vivienda en alquiler (datos de 2014), una cifra que es la décima más alta entre los países de la OCDE. La situación se vuelve más grave en el caso de los hogares con menos ingresos: éstos tienen que aportar el 46,9%, frente al 31% de media de los países de la OCDE. España asciende aquí al cuarto puesto del ránking y es ya tercera si atendemos al número de hogares que tienen que emplear más del 40% de lo que ganan en el alquiler. Concretamente, son uno de cada cuatro, unos 750.000.

El drástico descenso de las viviendas de protección oficial contribuye al aumento de los precios

El Banco de España advierte también de que otra de las causas de ese aumento del precio es la ausencia de una oferta pública de viviendas de protección oficial, que constituyen "un sustitutivo del alquiler en el mercado privado para los hogares de menor renta" y que ha registrado una "caída significativa" desde 2013. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios