Elecciones

¿Pacto de gobierno o mayoría absoluta?

  • López Gil presionó para reducir a dos las opciones del 22-M: o el cambio o la reedición del Bipartito formado por PA y PP

NO hubo sorpresas. Los candidatos a la Alcaldía isleña echaron mano de su discurso de campaña sin salirse de la pauta que cada uno se ha fijado para el 22-M. Hablaron de sus proyectos de gobierno, de la crisis, del paro, de los cambios decisivos que La Isla ha afrontado en los últimos cuatro años, pero evitaron aludir a cuestiones como el polémico robo de la caja municipal, un asunto que, sin embargo, ha dado mucho que hablar en los últimos dos años. Eso restó tensiones y suavizó -al menos, hasta cierto punto- las posturas de un debate ágil que tuvo más peso político que personal, que se centró más en los proyectos, en los discursos de cada partido, que en los candidatos.

Loaiza (PP), De Bernardo (PA) y López Gil (PSOE) tiraron de las respectivas estrategias políticas que se han diseñado para conquistar o intentar permanecer en la Alcaldía, desde la apuesta por el cambio a la defensa de la gestión desarrollada, desde la transformación que la ciudad ha experimentado en los últimos años a las inversiones millonarias que han llegado de los gobiernos del PSOE, desde las oportunidades del Bicentenario a la necesidad de impulsar políticas activas de empleo, de facilitar la implantación de pymes, de crear actividad económica .

Porque eso sí, la crisis económica, el paro y la precaria situación que viven numerosas familias isleñas a causa del desempleo fueron el telón de fondo sobre el que se articuló el debate electoral organizado por Diario de Cádiz y Onda Cádiz. A esta cuestión, que se mezcló continuamente con las distintas propuestas y réplicas, se refirieron sobre todo Loaiza y De Bernardo durante la más de hora y media que duró el programa televisivo. Ambos se refirieron a ella insistentemente para atacar al PSOE en uno de sus puntos más débiles: el paro. El primero lo hizo desde una perspectiva general, desde un análisis crítico del panorama nacional y autonómico que tiene a la gestión de Zapatero y Rajoy en el punto de mira. El segundo se ciñó más al ámbito local, para resaltar la gestión del Ayuntamiento, al lado de las familias necesitadas, frente a las políticas socialistas.

Por su parte, el candidato socialista, Fernando López Gil, machacó reiteradamente la oportunidad de cambio que brindan los comicios que se avecinan, desglosó numerosos proyectos e ideas a poner en marcha en los próximos años, abogó por aprovechar los recursos que tiene la ciudad -Camarón, Parque Natural- y aseguró que desde el Ayuntamiento se puede hacer mucho para impulsar la localidad. Una idea que contrapuso al enfrentamiento constante con otras Administraciones e instituciones del que, a su juicio, hacen gala populares y andalucistas.

Fernando López presumió, por tanto, del discurso político cargado de optimismo, basado en un mensaje de ilusión y esperanza en el futuro, con el que intenta movilizar el voto de los ciudadanos para conseguir la mayoría absoluta el próximo 22-M. A ella -su gran objetivo- apeló en varias ocasiones a lo largo del debate al tiempo que dejaba claro que rechazará cualquier pacto de gobierno con el Partido Andalucista. "No es bueno que siga en el Gobierno", llegó a decir.

El candidato socialista intentó reducir a dos las opciones políticas que concurren al 22-M. La del cambio, la liderada por él. Y la misma que existe actualmente, porque López Gil no se olvidó de recordar en todo momento el acuerdo de gobierno que PA y PP suscribieron en 2007, un pacto que -afirmó- sigue aún hoy vigente y tan sólo espera a que pase el 22-M para reeditar el Bipartito.

Una y otra vez presionó a Loaiza para que renegara de los andalucistas, para que se comprometiera a no pactar con el PA tras las municipales, sin conseguir atrapar a su rival con esta maniobra política. Él insistió: o mayoría absoluta o nada. "O gobierna el PSOE o seguiremos con más de lo mismo", dijo. De Loaiza sólo consiguió que dijera lo que ya ha afirmado en varias ocasiones: "Mi único compromiso es con los isleños", insistió el líder de los populares.

En realidad, y aunque el candidato socialista intentara lo contrario, fue un debate a tres y no a dos. Fueron tres las opciones políticas que se pusieron sobre la mesa y que rivalizaron por la Alcaldía. "Unos me empujan hacia la derecha y otros hacia la izquierda", llegó a decir De Bernardo durante su intervención en clara alusión a este intento de polarizar el debate.

El actual regidor isleño -el alcalde que ha protagonizado el Bicentenario- utilizó como munición de ataque la defensa de la gestión desarrollada en los últimos años desde el equipo de gobierno andalucista, un volumen de inversiones sin precedentes que se ha llevado a cabo en el municipio. Y aludió a la transformación de San Fernando con el proyecto del tranvía como punta de lanza de un desarrollo que está por venir, que aún no ha comenzado pero que -aseguró- llegará una vez que pasen los efectos de la crisis económica.

El trabajo desarrollado fue la baza que jugó De Bernardo en defensa de la opción política del andalucismo, cuya vigencia reclamó durante el debate y que llegó a idenfiticar con lo genuinamente isleño, con la política que hacen y defienden aquellos que sienten la ciudad. "Si no fuera por la crisis, muchos ciudadanos llevarían ahora grabada la cañaílla en el pecho", llegó a decir. Fue parte de su discurso, apelar al orgullo de lo conseguido en estos últimos años.

Loaiza, por su parte, marcó distancias con sus antiguos socios de gobierno -dijo del PA que era un modelo de gestión caduco- y apeló a la crisis, al paro y a los recortes de las prestaciones sociales para tacar al PSOE -y su candidato- donde más le dolía. Ironizó sobre "los mundos de Yupi" de López Gil, que contrapuso a la cruda realidad social. Su discurso político se centró en la reactivación económica y comercial de la ciudad y en la creación de empleo. "Vamos a centrarnos en lo que realmente importa", apuntó para dejar claro su propósito.

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