"Yo soy hijo de la Transición y estoy agradecido, pero hacen falta reformas porque el sistema empieza a devorarse a sí mismo, siendo todo para él y no todo para nosotros". Con miles de personas tomasen la calle en todo el país reivindicando una democracia real y a escasas jornadas de las elecciones municipales y autonómicas, el ex ministro de Trabajo por el Partido Popular Manuel Pimentel auguró ayer en unas jornadas empresariales un "colapso institucional" de no llevarse a cabo reformas frente a una democracia "que pierde calidad".

Los motivos son muchos: hiperestructura administrativa, con solapamiento de administraciones; concentración de poder, "en el fondo, todo -Parlamento, jueces o el Consejo Audiovisual- depende de dos o tres personas de los partidos"; o mal reparto presupuestario, ya que "un porcentaje creciente de los presupuestos de las instituciones no llega a la actividad económica o el empleo".

"Las instituciones empiezan a no trabajar por el ciudadano, sino al revés", aseveró. Una argumentación que bien podría valer para el movimiento del 15-M, que el empresario calificó de "digno", considerando "muy bueno" que la sociedad civil se manifieste contra un modelo político "agotado", "empobrecido" por el bipartidismo y "sin capacidad para adaptarse".

Una capacidad que, según destacó en su conferencia ante empresarios onubenses, es vital para la supervivencia, más en la coyuntura de crisis actual. Sin embargo, "no veo fuerza en los partidos políticos para acometer reformas en profundidad", al igual que "no hay capacidad para llegar a acuerdos", ni entre partidos ni entre empresarios y sindicatos. "Eso sólo cambiará cuando estemos en precolapso".

Éste es el momento "de la inteligencia", advirtió Pimentel, entendida como "la capacidad de elegir bien". El panorama que se dibuja en las administraciones el 23-M es por tanto complicado, y el funcionariado no será ajeno a él, "seguro que va a haber destrucción de empleo público; los que ganen las elecciones las van a pasar canutas". Palió el discurso con un mensaje de optimismo hacia los empresarios al asegurar que "en el fondo confío en España, porque confío en vosotros".