POLÍTICA DE BARRA

El jornal de los ‘sóviets’ del campo

  • La clientela del bar Antiguo Fleming, en Espera, muestra su desencanto por la clase política en general, muy alejada, dice, de los problemas reales de la gente de a pie

El jornal de los ‘sóviets’ del campo

Hay silencios que dicen más que la mayor de las peroratas. “Yo no voy hablar de ná”, zanja un señor mayor, sentado en una de las mesitas que están al sol en la terraza del bar Antiguo Fleming, en Espera. Como una epidemia, los compañeros que ocupan los asientos de al lado tampoco están por la labor. Así que ponemos rumbo a otros bares del pueblo. Son las doce de la mañana de un día de diario y la cosa está tranquila. El que está en el tajo ya lleva horas enfaenado. El que está enrolado en la construcción, lo mismo. Y el que se está buscando un porvenir, sobre todo gente joven, aspira a poder enrolarse en la chapistería aeronáutica. En el polígono de Espera llevan años contribuyendo a ello con la fabricación de perfiles y conformado de piezas para firmas como Airbus y Boeing.

En ese breve paseo por un pueblo gobernado por IU apenas se advierte que estamos en los últimos coletazos de la campaña electoral a las elecciones andaluzas. Una pancarta del PSOE por un lado, y el rostro de Teresa Rodríguez, la candidata de Adelante Andalucía, por otro, y poco más, reflejan la lucha de fuerzas en este municipio tradicionalmente de jornaleros y con 4.000 habitantes, donde nunca ha gobernado la derecha. Parada en un bar céntrico y dos parroquianos. Parada en un reconocido restaurante, que atrae a gente de fuera por su buena cocina y desde la calle no se ve tampoco bulla. Parada en el bar del SAT, y cerrado a cal y canto. La hora del desayuno se ha pasado y es pronto para la cerveza.

Así que vuelta a la casilla de salida. Otra vez en el Antiguo Fleming. Parece que ahora hay más ganas de hablar. “¡Hombre, claro, que pienso ir a votar!”, contesta un cliente del negocio que Carlos Díaz, el propietario del bar, abrió hace tres meses. “Sí, pero lo que no pueden es robar tanto”, le espeta el amigo que lo acompaña.

Se anima el dueño del negocio. Cuenta que le ha costado sus esfuerzos poner el bar, que abre a las cinco de la mañana para aprovechar el carrileo de los que a esas horas buscan un café antes de empezar a trabajar. “Pagar el seguro de autónomo de 314 euros al mes duele. El gobierno tenía que ayudar. Veo bien que el que más facture pague más y el que menos, menos. El autónomo está ahogado y no tiene derecho a nada”, espeta. Asiente, José, a su lado, que nació en el 37, el “año de la Guerra” y que ha trabajado, asegura, desde “que mi madre me trajo al mundo. En el campo, con ganado. En todo, menos robando”. Al hilo de lo del autónomo le contesta: “Ellos se agarran al flaco. A los gordos no le tiran”, asume.

La cosa se va animando . Y mete baza otro espereño de la reunión sobre las elecciones andaluzas del próximo domingo. “Soy medio pensionista, pero trabajo media jornada. Me han dado dos meses de pura lástima”, comenta. Pasa por la calle un conocido e interrogado dice a las claras que de política no quiere sabernada de nada. “Pero claro, seguramente ganará el PSOE”, asume. Esta formación lleva 36 años gobernando Andalucía. “No hay mal que 100 años dure”, añade, emprendiendo la marcha.

Ya en la misma barra, José María, otro vecino, hace su particular reflexión. “Los andaluces somos los únicos que tenemos un poco de memoria por mucho que digan Ciudadanos y el PP. Y la derecha hizo aquí muchas cosas. No se acuerda de Andalucía nada más que cuando hay elecciones y los cuatro años que hay de por medio no contamos para nada”, añade. Tampoco se libra Susana Díaz, la candidata del PSOE y presidenta en funciones. “De todos los gobernantes que ha habido en Andalucía es la que peor lo ha hecho. Ésta es la que más ha aplicado las políticas de Rajoy. Se ha cargado la sanidad. Pero vamos, que los andaluces no nos fiamos del PP ni de Ciudadanos. Y el que tan buena cara pone, el Riveras, lo único que hace es apoyar toda la corrupción de los otros porque lo de Murcia fue vergonzoso… Aquí la gente le tiene miedo a la derecha. Lo de Franco nos lo recuerdan a cada momento ¿Viste lo del otro día, lo del 21 N, celebrándolo por todo lo alto? Pos claro que la gente tiene miedo”, apostilla. Tocamos otro palo y preguntamos por el carisma de Teresa Rodríguez. “Me gusta más que Podemos, vamos que el coleta. Ése es más radical. Ella parece más paraílla. Es algo nuevo. Pero creo que va a dar la sorpresa”, dice José María.

En Espera, IU y PSOE se han ido alternando en el poder municipal en lo que va de democracia. El pueblo ha escrito varias páginas en su historia local durante los años más duros de la crisis económica, cuando el paro se disparó como una bala. Cayó la construcción, hubo recortes, rescate de bancos y la gente, hasta el cura que entonces presidía la parroquia, salió a la calle para rechazar tantos desmanes.

Ahora sí parece ya la hora de refrescar el gaznate. Y con una cervecita en mano, otro compadre recuerda que él no va a un mitín político desde las primeras elecciones. “Ni voy a manifestaciones. Pero votar sí que voto”. No desvela a quién. Es secreto sumarísimo. El hombre cuenta que desde los once años ha estado trabajando en el campo, el hormigón, haciendo calles, moldeados, en el pulido. “Pero a mí la política... Yo no la quiero”, dice con un desencanto que dibuja su expresión. La política para el dueño del bar se traduce en arrancarle horas al reloj para poder pagar las facturas del negocio en el que se ha embarcado tirando de ahorros. El hombre vuelve a su reivindicación de autónomo. “A las cuatro y media de la mañana ya estoy en el bar para poder sacar un sueldo, que se va todo en pagar. Por eso digo que al que tienen que ayudar al final no lo ayudan”, concluye.

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