Elecciones

Sorteo de Champions para el encuentro a 4

  • Los participantes del debate del lunes en Atresmedia estarán de pie, sin atril Iglesias será el que cierre

LA figura de Vicente Vallés se engrandece aún más en estas elecciones. Gran contador, parsimonioso analista y presentador templado con toda la experiencia que acumula, este lunes se las verá con los cuatro candidatos, tres aspirantes a presidente y una vicepresidenta, todo ellos de pie, con un taburete por si quieren descansar, en una puesta en escena limpia y a tumba abierta. Y el editor de las noticias de sobremesa en Antena 3 también tendrá que vérselas con las repreguntas de Ana Pastor, con un ego objetivamente muy crecido en los últimos meses. Es la coconductora del debate de Atresmedia y llega fuerte. Ambos siguieron juntos la campaña estadounidense de 2008. En TVE. En los mejores tiempos recientes de la cadena pública. Con ambos periodistas La Sexta y Antena 3 estarán más fusionadas que nunca en este debate escandinavo. Un encuentro tirante tipo Borgen donde sólo valen las palabras, la rapidez de reflejos y la claridad.

Dos moderadores que ya habrán acordado su moderación entre ellos y así lo hacen ver en sus apariciones promocionales. Es una noche de emisión simultánea, distribuida además por 26 países, en la que el estilo de La Sexta se le subirá a las barbas a su hermana mayor. Esta será la versión estelar de La Sexta Noche. Lo del próximo lunes es como si fuera la Nochevieja de las tertulias que tanto le gustan a Eduardo Inda y a Francisco Marhuenda. Y a Pablo Iglesias. Lo han llamado "el debate decisivo", como si no hubiera mañana para el CIS ni para la Academia de TV. Es el programa que habría que ver para tener tranquila e informada la conciencia votante.

El debate dirigido por Luz Álamo es la escenificación de los nuevos tiempos, del juego de la actual campaña, con cuatro partidos que se juegan el futuro y la gobernabilidad. Para pelear por los votos se asumen nuevas reglas y los candidatos saldrán con lo puesto, sin móviles ni ayudas. Los asesores, según los organizadores, en esta ocasión están en segundo plano y aquí no han valido las exigencias de turnos, minutado o iluminación. Para colocarse en el plató ayer se celebraba ante las cámaras y periodistas de otros medios un sorteo de Champions para establecer al azar lo que en otras ocasiones ha sido motivo de negociaciones atroces.

La suerte ha dejado ante el espectador una disposición bastante razonable. De izquierda a derecha estarán Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría. El primero en hablar también será Sánchez, seguido de Rivera, Iglesias y Sáenz de Santamaría. El minuto final, el remate libre de cada candidato, seguirá la relación de Sánchez, Sáenz de Santamaría, Rivera y cerrará Iglesias. La vicepresidenta es sin duda la menos favorecida por la suerte.

Un programa de dos horas, con dos cortes publicitarios de seis minutos, que los protagonistas seguirán de pie, expuestos a los gestos y a la comunicación no verbal, auxiliados sólo por una mesita blanca con el vasito de agua. Es decir, éste sería el peor escenario posible para Celia Villalobos, pero es un reto interesante para los seis actores y para los propios espectadores, con un grupo de 300 personas que verán en vivo, en el plató, lo que suceda en este directo.

En una sala adjunta un grupo de periodistas medirá el tiempo de cada intervención, con la información a cargo de otra sosegada y creíble imagen de Antena 3, Esther Vaquero, que en dos ocasiones desgranará cuánto tiempo ha tenido cada aspirante.

Sobre la mesa, así como sinopsis, el debate "decisivo" pinta bien. Intenso, limpio y jugoso. Muy diferente a los cara a cara de la Academia. Con Rajoy. Son otros tiempos.

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