Elecciones

'Visca' la Constitución (reformada)

  • Sólo Rajoy no ve prioritaria la reforma de la Carta Magna y la supedita a un 80% de apoyos. Rivera niega un próximo aval a PP y PSOE, o a la 'menina' señalada por Pablo Iglesias Susana Díaz prefiere un Gobierno del más votado y califica a C's de "derechas".

"Viva la Constitución. Visca la Constitució". Con esta frase reivindicó ayer Albert Rivera su capacidad para unir a los españoles y solventar el principal problema político que acucia al Estado: el proceso independentista en Cataluña. Fueron las credenciales de Rivera en una jornada donde, por primera y probablemente última ocasión antes de las elecciones del 20 de diciembre, coincidieron en un mismo escenario los aspirantes a la Presidencia del Gobierno, los conocidos y los debutantes.

Por primera vez en 37 años, el acto central de la conmemoración de la Carta Magna celebrado en el Congreso de los Diputados coincidió con una campaña electoral y cada candidato se presentó con sus ideas fuerza bajo el brazo, con la reforma de la Constitución como asunto que parece inaplazable para la próxima legislatura, y con las especulaciones sobre los posibles pactos poselectorales como permanente telón de fondo.

Los perfiles son conocidos, y de nuevo lo demostró el hombre tranquilo, Mariano Rajoy, el único al que el texto de la Constitución le vale tal cual. El presidente del Gobierno y candidato del PP permaneció impasible a la marejada del cambio que postula una reforma y consideró que el texto goza "de una salud muy buena".

"No es una prioridad en este momento", dijo Rajoy en el corrillo de periodistas a la conclusión del acto institucional. Para el popular no es posible abordar ningún cambio constitucional sin mantener el apoyo de 80% del Congreso. "Sin ese consenso tendríamos un pequeño lío", explicó. No obstante, Rajoy se mostró abierto al diálogo.

Ese porcentaje prácticamente excluye cualquier posibilidad a las demás formaciones, unidas desde diferentes perspectivas en la necesidad de cambio, más allá de las dos reformas puntuales que se han acometido desde 1979.

El PSOE aboga por una reforma federal que facilite el encaje de Cataluña y su candidato, Pedro Sánchez, abogó por poner la Constitución "al día y a la hora de la España del siglo XXI".

Mayores cambios reclamó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que reivindicó la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma de la Carta Magna, propia del "cambio de época" y de la "nueva Transición" que se ha abierto en España. "Será un honor decir: Gracias 1978, hola 2016", resumió el líder de Podemos utilizando el mensaje electoral con el que horas después organizó un acto político.

El único que le puso fecha a esa reforma fue Alberto Garzón, candidato de IU-Unidad Popular, que planteó disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones en un año para lograr una nueva Constitución en 2018.

Más allá de la reforma constitucional, el encuentro sirvió para que los candidatos lanzaran sus mensajes electorales y comentasen las vicisitudes de la campaña. Así uno de los encuentros más comentados fue el de Rajoy con Pablo Iglesias. El presidente del Gobierno le dijo al líder de Podemos: "Vais muy bien", en referencia a las encuestas, según reveló el propio Iglesias. También Rajoy le transmitió a Iglesias que se sintió cómodo en el debate televisivo del pasado sábado.

Ni Rajoy, ni ningún otro líder, quiso hablar de la operación Menina conjurada el sábado por Iglesias en la que aupó a Soraya Sáenz de Santamaría a la Presidencia con el apoyo de Ciudadanos.

Rivera contestó con un lacónico "no" a la alerta de Iglesias y aseguró que tampoco va a apoyar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

El líder de Ciudadanos se ha convertido en diana principal de sus rivales y también tuvo que responder ante el aldabonazo de Pedro Sánchez, que consideró que "desde el punto de vista de proyecto político, Ciudadanos es un partido conservador". Rivera se acordó de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, y que consiguió gobernar y sacara esta pasada semana los Presupuestos gracias al apoyo de C's. Rivera ironizó señalando que Sánchez considerará de derechas a Susana Díaz porque pactó con C's su investidura.

La presidenta de la Junta, que acudió a los actos institucionales, dijo sin ambages que el partido de Albert Rivera presenta un programa "de derechas". Preguntada por su relación en Andalucía, Díaz dijo que "hay cosas" con las que se puede poner de acuerdo con ellos y otras que no, como por ejemplo los "copagos en sanidad" y la percepción de que sobran universidades. Pero la conclusión de Díaz es que Ciudadanos presenta a estas elecciones generales "un programa de derechas" y "cuando los ciudadanos confrontan y vean, se darán cuenta".

La presidenta andaluza consideró que quien gane las elecciones el próximo 20 de diciembre "tiene la obligación" de intentar gobernar y se ha mostró convencida de que su partido será el ganador.

No obstante, también consideró "legítimo" que quien no haya sido el más votado en unas elecciones pueda alcanzar el Gobierno. De hecho, y así lo recordó ella misma, Díaz lo hizo así cuando llegó a la Presidencia de la Junta de Andalucía, cuando el PSOE tenía menos diputados que el PP y gobernaba en coalición con IU. Ahora bien, Díaz añadió que prefería gobernar habiendo ganado las elecciones, lo que logró el pasado marzo. A su juicio, quien gane el 20 de diciembre "tiene la obligación de formar gobierno".

Esta preferencia va en contra de la posibilidad de que haya un gobierno que no sea del PP, aunque éste sea el más votado. Contra esta coalición se manifiesta día sí, día también, el PP. Ayer Rajoy dijo que esta hipótesis sería "un error y no muy ajustado a los parámetros democráticos".

Al margen de Díaz, sólo el PP se pronuncia por ahora con firmeza sobre dejar gobernar al más votado, la única opción conocida en la política española desde la aprobación de la Constitución.

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