Elecciones

El 4-D fue la autonomía, nunca la independencia

  • Pablo Iglesias patina al comparar el referéndum andaluz con el 'procés': hasta la solución a la derrota del 28-F se hizo de acuerdo con la ley

Pablo Iglesias es de los que sostiene que Cataluña tiene el derecho a celebrar un referéndum sobre su independencia y, como argumento, el líder de Podemos viene explicando -así lo hizo en el debate del lunes- que Andalucía ya ejerció ese derecho el 4 de diciembre de 1977. Patina. Los andaluces nunca fueron convocados a un referéndum para decidir si seguían en España. Nada parecido con la realidad, la independencia nunca figuró en la agenda andaluza ni ningún partido la reclamó. Lo que se preguntó a los andaluces, y fue el 28 de febrero de 1980, es si querían acceder a la autonomía por la vía rápida, tal como estaba previsto en la Constitución para el caso de las llamadas comunidades históricas, o si debían esperar hasta cinco años, tal como defendía el Gobierno de la UCD.

O una u otra. La primera vía era el artículo 151 de la Constitución, que fue expresamente redactado para el caso andaluz, como ha reconocido en alguna ocasión el ex ministro para las Regiones Manuel Clavero. Él y Miguel Herrero de Miñón lo acordaron en la residencia oficial que Clavero tenía entonces en el Ministerio de Vivienda. Los ponentes aceptaron tal cual lo que, en realidad, era una ventana para que Andalucía accediese a la autonomía plena sin necesidad de cumplir la Disposición Transitoria Segunda de la Carta Magna, que sí se la concedía a aquellos territorios que hubieran tenido un Estatuto en algún momento de su historia. Esta disposición se refería a la Segunda República. A diferencia de las llamadas históricas, la negociación del Estatuto andaluz se vio truncado por el golpe del 18 de julio de 1936.

La segunda vía era el artículo 143, mucho más lenta e incierta. Los andaluces debieron responder a ello en el referéndum del 28 de febrero de 1980, no el 4 de diciembre como sostuvo Pablo Iglesias en el debate de Atresmedia. La redacción de la pregunta era extremadamente complicada -"¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo ciento cincuenta y uno de la Constitución a efectos de la tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo?"-, el Gobierno de Adolfo Suárez solicitó la abstención y la UCD jugó con los resquemores de la Andalucía oriental ante el centralismo sevillano para ganarse las provincias mediterráneas. De hecho, el histórico referéndum se perdió: para acceder al 151 era necesario que diera el sí más de la mitad del censo electoral de todas y cada una de las provincias, y falló Almería. Sin embargo, y a diferencia de el proceso independentista catalán, Andalucía consiguió esta autonomía mediante un camino legal, artificioso pero legal.

El referéndum se había perdido en su estricta legalidad, pero la respuesta de los andaluces fue tan abrumadora, tan potente que el Gobierno de Suárez tuvo que abrir una negociación para solventarlo. Manuel Clavero ya era ex ministro, había dimitido por la abstención de la UCD en el referéndum, y junto al PSOE y al PCE, se plantaron: o 151 o nada. Suárez intentó una vía intermedia con el PSA de Alejandro Rojas Marcos, pero nadie más lo respaldo. Entonces, el Congreso de los Diputados votó sobre la repetición del referéndum en Almería, lo que no estaba taxativamente prohibido, pero la votación se perdió por un solo voto. Otra derrota. Sin embargo, a Suárez se le empantanó el problema, el PSOE iba al alza y Rojas Marcos fue acusado de traidor. Y fue, entonces, cuando se modificó la ley de referéndum para poder celebrar una votación sobre el artículo 151 en el Congreso siempre que lo solicitasen todos los diputados de Almería. Y así fue. Andalucía fue la única comunidad española a la que se le preguntó por su acceso a la autonomía. A Cataluña se le concedió, incluso, antes de aprobar la Constitución de 1978, gracias a una pirueta jurídica por la que el Rey restableció la legalidad republicana de la Generalitat. Después llegaron el País Vasco y Galicia, y todas las demás siguieron los pasos de Andalucía, pero sin pasar por el referéndum.

¿Qué fue entonces el 4 de diciembre de 1977? Aún no había Constitución, pero dos meses antes se había restablecido la Generalitat en Cataluña. Ese día, domingo, se convocaron manifestaciones en todas Andalucía para solicitar la autonomía. Casi dos millones de personas se echaron a la calle para solicitar lo que ya tenía Cataluña, fue un grito para ser iguales, no diferentes, aún no se habían redactado los artículos 151 y 143 de la Constitución: lo que había era una pulsión para no quedarse atrás. La respuesta de la ciudadanía fue un éxito, aunque la fecha queda marcada por el asesinato de Manuel José García Caparrós, un joven malagueño de 19 años que cayó muerto por disparos en su espalda. El hecho conmocionó a Andalucía. La comparsa gaditana Nuestra Andalucía, de Pedro Romero, compuso entonces Un cuatro de diciembre, una letra que aún se canta en Cádiz. La elección del 4 de diciembre también tenía aroma gaditano, porque fue un 4 de diciembre de 1868 cuando el pueblo de Cádiz se alzó capitaneado por Fermín Salvochea en un proceso que concluiría en la proclamación de la federalista Primera República. El otro 4-D desembocó en el 28-F.

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