Elecciones

Las minorías toman el 'prime time'

  • La Junta Electoral envía el debate a nueve de La 1 a las diez de la noche El programa, pese a esta multitud, mantuvo un ritmo ágil

AL filo de lo imposible, el plató de Sálvame convertido en debate político, en disposición de ruleta de la fortuna, compensación resignada al cara a cara del lunes. Y en este caso con el gris y repipi de Julio Somoano: el camino más recto para hacer un programa que no interese a casi nadie. Pedía concisión, no le quedaba otra. Como decía Constantino, el tiempo es oro. Y así fue.

Nueve participantes, con evidente minoría femenina en un programa de minorías. TVE había mandado la aparición de UPyD o Unió, pero también de IU, a la medianoche del miércoles, a las tantas, tras Bertín Osborne. La Junta Electoral Central atendió la petición y el "debate más plural" se pasó al horario estelar, al prime time, a las diez, tras El Tiempo de La 1, condenando a los invitados de En la tuya o en la mía, el jurado de Masterchef, al horario de trasnoche. El debate también se ofrecía por el 24 Horas, refugio de las noches sin nada que ver.

Esta era la hora de Herzog o de Alberto Garzón, con el lazo naranja por el pluralismo en TVE. Anoche por lo menos no debía de tener demasiados motivos de queja. Eso sí, le zurró a Atresmedia por su ausencia en el debate del lunes, como también reprochó la reiterada ausencia de Rajoy. Y en este miércoles sin futbolín también era la hora de Íñigo Errejón, acompañante de Pablo Iglesias en el coche del debate del lunes, cuando se peleó con el cinturón de seguridad. También llevaba el lazo naranja de la redacción de TVE.

Los participantes fueron Pablo Casado (Partido Popular), Antonio Hernando (PSOE), Miguel Puig (Democràcia i Llibertat), Montse Surroca (Unió), Alberto Garzón (Unidad Popular-Izquierda Unida), Andrés Herzog (UPyD), Aitor Esteban (PNV), Íñigo Errejón (Podemos) y Marta Rivera (Ciudadanos).

La ruleta giraba rápido, casi sin respiración, y los comparecientes obedecieron en el esfuerzo por contar su libro en poco tiempo, apurar sus segundos y aprovechar los tres minutos por bloque. Interactuaron, con golpes a los mismos, PP y PSOE, con un recorrido aceptablemente ágil, un debate en La Sexta con figurantes con ganas. Dentro del problema de la multitud no fue mala fórmula y TVE ofreció un programa digno pese a que tampoco era un formato que fuera a solucionar las dudas a los indecisos.

El programa de Somoano arrancaba con la economía y de inmediato surgieron los reproches sobre administraciones desmesuradas y puertas giratorias. Reiteraciones y frases hechas ya oídas por los primeros espadas en otros foros, en otros días.

Las minorías tuvieron un minuto de oro, una aparición imprevista cuando muchos espectadores buscaban al chico de moda, al jerezano. Rajoy no estaba en esta ocasión. El presidente dormía tranquilo para despertarse hoy y marcharse temprano y tranquilo a otro masaje, el de Los desayunos de TVE.

andrés

gallardo

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