Carlos Iglesias, director, guionista y actor

"En Europa el cine no es una industria, es un trabajo artesanal"

  • Carlos Iglesias (Madrid 1955) rueda en Sevilla la continuación de su segunda película como director, Ispansi, una historia de los niños de Rusia, en la que también es protagonista y guionista. Es su particular Doctor Zhivago, con la prestigiosa productora andaluza Maestranza Film. La foto fue tomada el 15 de febrero durante el rodaje en Les Genevez, en el Cantón de Jura. Carlos viene entusiasmado de la acogida en Suiza, en donde fue emigrante en los 60, y feliz con el rodaje. Las nieves de Suiza han simulado las de Saratov, al sureste de Moscú, en donde ocurre la trama.

–En noviembre se rodó en Sevilla y Cádiz la última película de Tom Cruise, con Cameron Diaz. La siguiente es esta suya. ¿Impresionado?

–Sí, una barbaridad, je, je, je...

–Aunque el suyo es cine de autor, alejado de Hollywood.

–Cuando se lanzó en España Misión imposible III, se gastaron en carteles tanto como nosotros en hacer entera Un franco 14 pesetas.

–¿Que fue cuánto?

–Un millón setecientos mil euros.

–¿Ha soñado con un Oscar a la mejor película extranjera?

–No, para nada.

–¿Y con un Goya?

–Después de dos nominaciones...

–Como director por Un franco 14 pesetas y como actor por Sancho en El Caballero don Quijote. ¿Usted es más de Sancho o Quijote?

–Lo bueno es un equilibrio entre sueños y realidad. Pero me gusta tener los pies en la tierra. 

–¿Cuando uno está nominado se prepara algo que decir, aunque simule improvisar?

–La ilusión siempre la tienes, pero yo no preparé nada.   Los americanos contratan hasta guionistas, que les escriben chistes y una puesta en escena glamourosa.

–El Benito de Manos a la obra era un poco Sancho.

–Depende, porque vivir de la nada o con nada es más de don Quijote. Benito es un clásico de la literatura del Siglo de Oro. Es un pícaro que se atreve con cualquier oficio. Hay demasiados pícaros en este país.

–Tenía un futuro prometedor en la televisión. ¿Cómo decide dedicarse al cine?

–Cuando se tienen asegurados unos mínimos, puedes empezar a soñar.

–¿Y por qué dirige cine y no teatro?

–Odio el tener que hacer todos los días lo mismo a la misma hora… Pero no se lo diga a nadie.

–Dígame sus tres directores de cine favoritos.

–Clint Eastwood, John Ford, Berlanga…

–Usted fue emigrante en Suiza. ¿Tratamos ahora en España a los inmigrantes mejor o peor que los suizos a los españoles de entonces?

–Ellos estaban más preparados para recibir emigrantes en los 60, que nosotros hace 10 años para atender a los que llegaron. Entrevisté a 58 familias para documentarme. Les pregunté si ganaban el mismo sueldo que un suizo por igual trabajo y todos contestaron que sí.

–¿Para Ispansi ha hecho el mismo  trabajo de campo?

–Sí, he entrevistado a 36 niños de la guerra. Y al hijo de una de ellas, que nació en Moscú y conoció a Stalin.

–Un franco... tuvo el premio del público en el Festival de Málaga. ¿Cuántos espectadores ha tenido?

–En España va por un 1.280.000 y en todo el mundo casi once millones.

–¿Cuánto ha recaudado?

–Eso lo sabe el productor.

–Y esta segunda, ¿qué presupuesto tiene?

–Si la rodasen en Estados Unidos, unos 25 millones. Si la hicieran en Francia, unos 12 millones. Aquí, habría que preguntárselo a Maestranza Film, pero entre cuatro o cinco millones.

–¿Por qué eligió a Esther Regina como protagonista de Ispansi? ¿Qué buscaba?

–Es una maravillosa actriz, con mucha elegancia natural, y con unas características físicas perfectas para este personaje.

–¿Vuelve a ser protagonista, guionista y director?

–Sí, si no me lo doy yo,  ¿quién me lo va a dar?

–Su nueva película habla de las dos Españas. ¿Por qué?

–Por que me interesó desde que conocí a un niño de la guerra, mi profesor de arte dramático.

–¿En qué época se desarrolla la historia? 

–Se desarrolla desde el año 30 al 75, aunque la mayor parte transcurre durante la Segunda Guerra Mundial.

–¿Cómo eligió a los niños de Rusia?

–Haciendo un casting entre setenta y ocho niños descendientes de españoles que viven en Suiza, en el Cantón de Jura. 

–¿Es posible hacer cine sin subvenciones?

–Ni en España ni en ningún país europeo. Esto no es una industria, es un trabajo artesanal. Y todo tiene subvenciones, las naranjas y la leche... Jugamos en desventaja, en Estados Unidos no dejan doblar nuestras películas, las dan subtituladas, pero aquí doblamos las suyas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios