Max Hastings, historiador

"Estados Unidos no ha aprendido nada de la guerra de Vietnam"

Max Hastings, historiador

Max Hastings, historiador / M.G.

Antes de convertirse en historiador, Max Hastings (Londres, 1945) cubrió once guerras para la BBC y el diario británico Evening Standard, del que fue director entre 1996 hasta su jubilación en 2002. Es autor de más de 30 libros, entre los que destacan La derrota de Alemania, 1944-1945; Némesis. La derrota del Japón, 1944-1945 (2008), La guerra de Churchill, que le han convertido en uno de los principales especialistas británicos en la Segunda Guerra Mundial y la historia del siglo XX. Con La Guerra de Vietnam. Una tragedia épica (Crítica, 2019) regresa al primer conflicto que cubrió cuando apenas era un veinteañero.

-Fue corresponsal y testigo de la caída de Saigón. ¿Por qué ha esperado más de 40 años para escribir La Guerra de Vietnam. Una tragedia épica (Crítica, 2019)?

-No me sentía cómodo con la idea de que un inglés escribiera sobre una guerra que los americanos consideran que es de su propiedad. Fue una experiencia muy emocional para mí porque era muy joven. Pero cambié de opinión. Pensé que podía escribir un libro mejor al haber estado presente en muchos de esos extraordinarios hechos. La mayoría de los libros sobre Vietnam han sido escritos por americanos como una historia completamente americana cuando, en realidad, murieron 40 vietnamitas por cada americano. Lo mejor que podía hacer era escribir un libro que reflejara la historia de los vietnamitas.

-¿Revisó lo que escribió entonces sobre Vietnam?

-No. Era muy joven cuando estuve en Vietnam y mis opiniones eran las propias de un periodista de mi edad. No me avergüenzo de lo que hice cuando tenía 25 años, pero ahora no tiene nada que decir al mundo.

-¿Es este libro un acto de contrición?

-Yo no diría de contrición. Pero, ciertamente, es un sinsentido que haya gente, especialmente conservadores americanos revisionistas, que afirme que Estados Unidos perdió la guerra por los medios. América perdió la guerra política y militarmente. Es verdad que los periodistas tenían vedado por completo el acceso a Vietnam del Norte, por lo que no sabíamos nada de las penalidades de aquel régimen. Me temo que es muy efectivo para la gestión de una guerra negar el libre acceso y prohibir la libertad de expresión. Incluso hoy, en ese Vietnam que los turistas ven tan bello está prohibido hablar de la guerra.

-¿El régimen norvietnamita habría ganado la guerra si hubiera sido tan permisivo con la prensa como EEUU?

-No. Al final, la principal razón por la que ganaron la guerra fue que eran vietnamitas. La mayor debilidad del régimen de Saigón era que todos sabían que el Gobierno de Saigón no se despertaba por la mañana sin preguntarle a los americanos por qué lado de la cama debía levantarse. Algunos americanos que fueron a Vietnam eran buenas personas que intentaron hacer el bien, pero me temo que a la mayoría no les interesaba el bienestar de los vietnamitas sino Vietnam como campo de batalla.

-En sus libros suele citar decenas de testimonios. En este caso, ¿cuál le conmovió más?

-El de Doug Ramsay, un buen hombre que fue a Vietnam al principio de los 60, que se enamoró del país y llegó a aprender vietnamita. Fue capturado y encarcelado durante siete años en la jungla. Cuando le conocí, no podía mover su cuerpo pero su mente seguía siendo muy aguda. A pesar de su terrible experiencia, no sentía ningún resentimiento. Por ejemplo, cuenta que en un interrogatorio le preguntaron por qué estaban los americanos en Vietnam. Él dijo que un 10% por los vietnamitas y un 90% por detener la expansión de la China comunista. "¿Y por qué no lucháis contra los chinos en China? A nosotros tampoco nos gustan", le contestaron. La Inteligencia americana era extraordinariamente mala. Pensaban que los rusos podían llamar por teléfono a Hanoi y parar la guerra si querían.

-¿EEUU ha aprendido la lección de Vietnam? Lo digo porque se ha involucrado en otras guerras imposibles de ganar, como Iraq.

-Estoy de acuerdo. Walt Boomer, general de los Marines, me dijo que no habían aprendido nada. De lo contrario, no habrían invadido Iraq. La gran lección de Vietnam es que ganar batallas no sirve de nada si no hay conexión cultural y política con la sociedad en la que combates. Es increíble que sepamos tan poco de nuestro enemigo con los miles de millones que gastamos en inteligencia. Apenas comprendemos las relaciones tribales de Afganistán. No puedes combatir una guerra con éxito si no entiendes a tu enemigo. Por ejemplo, Ho Chi Minh dudaba si lanzar la ofensiva del Tet en 1968 porque pensaba que los americanos impondrían su potencia de fuego. Pero Le Duan insistió en seguir adelante. Creía que causaría tal trauma a occidente que rompería la voluntad de los americanos de seguir luchando. Y tenía razón.

-¿Fue el punto de inflexión?

-Sí. EEUU vivía en una era de gran confianza por su victoria en la II Guerra Mundial y el éxito de la economía. Muchos americanos creían que la providencia estaba de su lado. Ningún presidente se atrevió a decirle a su pueblo que había cosas imposibles. No puedes culpar a Nixon de perder la guerra porque ya estaba perdida de antemano. Pero yo sí le culpo de llevar a la muerte a decenas de miles de personas para ocultar a los americanos que desde 1969 estaban abocados a la derrota.

-Suena similar a Iraq o Afganistán, pero ahora con menos libertad de prensa.

-Es verdad. Yo trabajaba en la BBC. Aunque los portavoces oficiales no paraban de mentir en Saigón, dábamos por hecho que nadie nos impedía que nos montáramos en un helicóptero o un avión y lo verificáramos con nuestros ojos. Creo que eso no volverá a pasar. La prensa nunca ha tenido esa libertad en Iraq o Afganistán.

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