-Oímos continuamente hablar de la OCU, pero cuéntenos, ¿quién la puso en marcha?

-Nació hace 41 años gracias a Antonio de Pablo, un abogado que era conocido por llevar el asunto del aceite de colza. Él formó un grupo de abogados, pero la financiación era complicada; en España no estamos acostumbrados al asociacionismo como en otros países europeos. Las asociaciones de consumidores como la OCU se deben autofinanciar, es imprescindible para ser independientes.

Un movimiento de consumidores fuerte es importante para cambiar el rumbo de las empresas"

-¿Con cuántos socios cuenta OCU?

-300.000 cotizantes, no simpatizantes. Es decir socios que abonan su cuota y son socios de pleno derecho. Ellos y su unidad familiar, reciben las revistas en casa, tienen acceso a todos los contenidos de internet, y a la asesoría jurídica tantas veces como quieran a lo largo del año; también tienen acceso a las acciones colectivas, como la que tenemos ahora contra Volkswagen.

-¿Cuánto cuesta ser socio de la OCU?

-15 euros al mes, 180 euros al año; fácilmente una consulta a un abogado te puede costar 100 euros.

-¿Por qué a la gente le interesa ser socia?

-En España cuesta. Cuando hay problemas creemos que un organismo público nos tiene que resolver las cosas, que todo es gratis, pero un movimiento de consumidores fuerte es importante para cambiar el rumbo de las empresas, como, por ejemplo, el de los bancos. La gente llega a OCU generalmente cuando han tenido un conflicto y necesitan ayuda jurídica.

-¿Me cuenta una historia de real del año pasado en la que se demuestre lo interesante que es hacerse socio de la OCU?

-Una persona a la que una compañía telefónica le facturó 2.500 euros de más. Costó pelearlo, pero se consiguió.

-Del año pasado, ¿con qué se queda?

-Nosotros ahora trabajamos mucho con campañas. Hay una que a mí especialmente me gusta, que es la de Contra el desperdicio alimentario. Hemos aglutinado a todos los agentes de la cadena alimentaria, desde agricultores a bancos de alimentos, incluyendo además a los grupos políticos, a los ciudadanos...

-Y para este año, ¿dónde están puestas las miras?

-Nuestra batalla son los bancos. Acabar con los abusos; la Justicia a máximo nivel ha hablado, queremos que todos los consumidores que han pagado de más cobren. Y Volkswagen, que se haga justicia. En Europa, y en concreto en España, parece que somos consumidores de segunda; en Estados Unidos ya les han indemnizado. Queremos que exista una agencia de consumo fuerte. La Agencia Italiana es muy fuerte: en el caso de Apple, que cobraba por el segundo año de garantía, que tiene que ser gratuito, se multó a la compañía con tres millones de euros. En España, con 40.000 euros.

-¿Qué tal va lo de la compra colectiva de gas y luz?¿Qué proponéis?

-Surgió hace cinco años. Éramos 500.000 familias que preguntábamos qué nos ofrecían. Habíamos cambiado el rol, no nos limitábamos a ver qué ofrecían ellas. Funcionó, a pesar de que boicotearon las grandes, declararon que no iban a entrar, pero lo hicieron y, curiosamente, ganó la subasta una compañía pequeña catalana de energía, lo que nos gustó mucho. La media de ahorro del primer año fue de 80 euros al año. La media que se ha obtenido el último año ha sido 158 euros. Este año vamos a hacer la compra colectiva también con el carburante.

-Volvemos a las hipotecas. ¿Cree que los bancos cambiarán con los años?

-Es una pena, pero han perdido una buenísima oportunidad con la cláusula suelo. Deberían aceptar que han perdido y ofrecer al cliente la oportunidad de liquidarle lo debido, sin obligar a ir al afectado a un procedimiento judicial. Deberían lavar su imagen y de algo negativo sacar al positivo. Creemos que la banca no va a cambiar nunca, salvo honrosas excepciones como es la banca cívica.