Paula Bonet | Pintora

"Este contexto se empeña en borrar a las mujeres de la historia"

Paula Bonet.

Paula Bonet.

Remarca Paula Bonet (Villarreal, Castellón, 1980) en la entrevista que no es ilustradora, sino "pintora, autora, artista". Conforme. Y escritora. Su última obra, Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión (Random House), se compone del animalario que pintó para su hija junto al diario que escribió durante uno de sus dos infructuosos embarazos. Impenitente feminista, esta residente en Barcelona, y defensora del diálogo entre el Estado y Cataluña, la ilustradora -perdón, pintora- rompe el silencio del aborto espontáneo y da a luz un libro que rompe este tabú silencioso de las mujeres.

-En su libro, Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión, hace un relato desgarrador, acompañado de sus ilustraciones, del diario de sus dos abortos. ¿Necesitaba arrojar fuera sus sentimientos?

-Necesitaba ser coherente con el discurso de nombrar también lo femenino, alumbrar una de tantas experiencias que las mujeres vivimos en las tinieblas y, además, en solitario.

-¿La maternidad puede ser una obsesión?

-Sí, porque este contexto a las mujeres nos hace creer que si no somos madres, no cumplimos nuestra función. Los hombres son productores y nosotras reproductoras. Partimos de la premisa de que vamos a ser madres, cuando la pregunta debe ser: ¿quiero serlo?

-Bueno, en su caso sí...

-No lo sé. Esto me ha hecho ver que quizás tenga mucho más de social que de biológico y de que todo mi entorno estaba pariendo. Y con vivir en un contexto que no te permite ser madre hasta que no puedes mantenerte y no puedes hacerlo hasta una edad avanzada. Aquí hay una paradoja muy dolorosa. Estaba en una lucha contra el tiempo para tomar una decisión apresurada y las decisiones cruciales no se pueden tomar en ese estado.

-¿Una mujer sin descendencia está incompleta?

-Para nada.

-¿Ha culpado a la Madre Naturaleza, al destino, a Dios, de ser "huérfana de hijos", como dice usted?

-Cuando reencauzas tu vida por el embarazo haces proyecciones y si no llega a buen puerto, eso se rompe. Lo primero que piensas es que tienes una tara, y te culpas a ti misma, no a la Madre Naturaleza ni a Dios.

-¿La han acusado de rentabilizar su drama?

-Ni me lo han dicho ni estoy rentabilizando nada. ¿Te pueden culpar por sentir? Soy mujer y mi experiencia no aparece reflejada a lo largo de la historia, pese a que ha habido mujeres que han vivido de su trabajo, han sido reconocidas, premiadas y valoradas por sus contemporáneos, pero esta labor literaria, artística, científica de tantas mujeres no me ha llegado. Este contexto se empeña en borrar a las mujeres de la historia y en que las que venimos detrás tengamos que partir siempre de cero.

-Las pinturas de su libro son roedores. La segunda acepción de la RAE de roedor es "que conmueve, punza o agita el ánimo"...

-Yo llamaba ratón a lo que estaba gestando y luego ratonas porque la manera que tuvieron de irse fue muy femenina, en silencio, lo que nos exige este contexto a las mujeres, que estemos calladitas, sonriamos, seamos complacientes... Yo compraba libros infantiles desde que empecé a viajar con 19 años y armé una biblioteca para el que sería en el futuro mi hijo o hija. En mi segundo embarazo vi que no había ningún libro mío y quería contarle una historia que fuera sólo nuestra.

-También es profesora.

-Sí, en los libros de la escuela sólo hay autores y las pocas autoras tienen pseudónimos masculinos. Yo creía que apenas había tradición literaria de la pérdida gestacional. Sin embargo, buscando bibliografía vi que sí hay, pero se nos ha vendido de otra manera. Por ejemplo, con Frankenstein. ¿Sabía que Mary Shelley perdió a su madre en el parto por una infección y que ella tuvo cuatro abortos y el niño de su quinto embarazo murió a los pocos años?

-Pues no.

-Frankenstein habla de eso, de la creación de la vida, del abandono, de la pérdida. ¿Por qué sé que Cervantes escribió la obra tal después de la batalla cuál y no sé que Frankenstein sale de esta experiencia tan bestia? Porque el mundo está nombrado en masculino.

-Como icono del feminismo, ¿qué queda del 8-M?

-Me da miedo que nos dejemos llevar por la inercia del 8-M, aunque por fin las mujeres nos despertamos en masa y sabemos que realmente existe la palabra sororidad. Ya leo en los periódicos noticias con perspectiva de género. Es importante tomar a la mujer como sujeto.

-¿Pondría el grito en el cielo si un hombre dijera que prefiere trabajar con hombres? Lo digo por el comentario de la ministra Delgado.

-Los hombres directamente excluyeron a las mujeres de la vida laboral. Inferior, el libro de la británica Angela Saini, habla de cómo la ciencia infravaloró a la mujer y cómo a las mujeres no se les permitía entrar en los laboratorios porque consideraban nuestro intelecto menor al masculino y porque los distraíamos.

-Andalucía revisará si los libros de texto relegan a la mujer. ¿Qué le parecen medidas de este tipo?

-Tenemos que nombrarlas. Llegamos un poco tarde para revisar, pero está bien.

-¿El éxito de Pérez Reverte o Javier Marías muestra un exceso de testosterona en la literatura española del momento?

-No los leo. Lógicamente un hombre tendrá mucha más repercusión en este contexto porque está hecho a su medida. Si a esto se suma todas sus polémicas por su oposición al feminismo...

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