Entrevistas

"La gente cree que el islam es un ovni que llegó en la Edad Media"

-¿Última salida al mundo árabe?

-A Estambul. Parece que es la Unión Europea la que quiere entrar en Turquía y no al revés. El nivel de desarrollo que tiene el país es impresionante.

-¿Tanto como para que Estambul haga peligrar Madrid 2020?

-Si es por desarrollo, están más que preparados. Hay un elemento de contestación al régimen que siempre genera inestabilidad.

-¿Y su próxima salida?

-A Estambul. A una conferencia internacional sobre la alianza de las civilizaciones. Quieren retomar el impulso de un proyecto común de Turquía y España que nosotros dejamos por problemas financieros.

-Y porque no está Zapatero...

-Era un proyecto personal. No están ni Zapatero ni Bernardino León, que se fue con Catherine Ashton.

-¿Existe un alandalusismo (de Al Ándalus) en paralelo al andalucismo?

-Sí. Y se han perjudicado mutuamente. La España más castiza recela de los andalucistas pensando en lo neoandalusí, en la vuelta de los moros. Y al revés. El andalucismo, que es un poco sincrético, se apunta a lo andalusí. Blas Infante, que era georgista, dijo algo tan abierto y cosmopolita como que nunca defendería para su tierra lo que no defendiera para cualquier otra nación del mundo.

-La egiptóloga sevillana Myriam Seco dice que con los Hermanos Musulmanes era difícil excavar...

-En la primavera árabe lo primero que se hizo fue proteger con escudos humanos los museos. Ha habido una regresión al islamismo, una historia de hojaldre en la que el islam anula todo lo anterior. Con cosas tan ridículas como que en el Museo de Historia Antigua de Estambul, con casi doscientas salas, sólo haya una de Bizancio.

-¿Un paraíso del Magreb?

-Túnez, si no fuera porque lo han convertido en un parque temático, en un Caribe lleno de resorts y condominios de turismo de tapioca y camellos de postal. Pero se puede coger el tren de Sidi-Bou-Said que para en todas las estaciones cartaginesas.

-Flaubert viajó al país para recrear Salambó...

-La historia allí es muy densa. En Túnez, como en Egipto y hace poco en España, está todo tan desordenado por exceso de materiales que la historia de llega de golpe. El problema de los historiadores es que quieren acotar la historia, ponerle semáforos.

-¿Con el viaje real y el acuerdo de pesca vuelve Marruecos a ser país amigo?

-Han cambiado las relaciones. Veraneo en Tarifa y voy mucho a Tánger. En los barcos van más albañiles españoles especializados que turistas. Ferrallistas, fresadores.

-¿Argelia es la locomotora del Magreb?

-Después de una guerra civil de seis años, es un país estable porque ha sabido gestionar la producción petrolífera y de gas. Es un país muy solvente que está generando una clase media. Lo que estaba a punto de pasar en Egipto.

-Libia no está ya en los telediarios...

-Ni en los mapas. Libia ha dejado de existir. Se ha convertido en lo que fue a lo largo de su historia, una serie de ciudades en medio del desierto. Lo que es el Mediterráneo es la historia de sus ciudades, no la de sus países.

-¿Cómo saldrá Egipto con Mubarak preso y Mursi arrestado?

-El problema de Egipto es que el Ejército es propietario de las tierras y las empresas y se vale de las mentiras de las cifras para justificar un golpe de Estado, invocando los millones de manifestantes en una plaza Tahrir donde sólo caben 200.000. En Irán, los grandes ayatolás son dueños de las empresas petrolíferas.

-Todo muy prosaico...

-La historia es más prosaica que ideológica. La ideología está para justificar los golpes de lo prosaico.

-¿Un país en alza?

-Malta. Un país barroco donde se habla árabe. Allí inventó Caravaggio el claroscuro. Gracias a Malta en una de las lenguas oficiales de la Unión Europea a Dios se le dice Alá.

-¿Y el África negra?

-El norte de África no es África. El Mediterráneo tiene un efecto centrifugador. Decía Braudel de sus habitantes que era como ranas que saltaban para volver a su charca. El norte de África tiene más que ver con el sur de Europa que con el resto de África.

-¿Cree en la disyuntiva romano o árabe?

-Iré a Roma a desmentirla, a la Universidad de la Sapienza. Mis estudios sobre las difusas fronteras entre las tres religiones tienen más eco fuera que aquí, donde todo está muy acuartelado y el contraste de pareceres se toma como una traición. La gente cree que el islam es un ovni que llega para empujar a la Edad Media cuando ya está en la Roma oriental y bizantina. Yo creo en la historia como procesos, no como fechas.

-¿España en Europa es menos mediterránea?

-Al revés. Con países como Italia o Francia ha empezado a encontrarse a sí misma. Antes de la integración, pese a los guiños africanistas y orientalistas de Franco, España fue antiislámica, antimediterránea. Europa nace en el Mediterráneo. Hasta en la mitología, cuando Zeus adquiere la forma de toro para raptar a la vaca Europa en Creta y llevársela al Líbano.

-¿Repudia la novela histórica?

-¿Por qué? Humaniza la historia. Márquez Villanueva, profesor de la escuela de Américo Castro, creó la disciplina de la Historiología, fusión de Historia y Filología. La historia del XVII se conoce mejor por el Quijote que en el Archivo de Simancas, el BOE de la época.

-Como manchego de cuna, ¿qué ve el mundo árabe en el Quijote?

-No entró a saco en el elemento morisco.

-¿El autor de Las bicicletas no son para El Cairo sabe quién ganó el Tour?

-Practiqué el ciclismo hasta que había que vestirse de extraterrestre.

-¿Windsurf en Tarifa?

-Allí lo que hago es escribir. Como no soy nada playero y hay mucha familia política, se llevan a los niños a la playa y salen las bicicletas y los abrahanes.

-¿Qué saldrá ahora?

-El libro que completara la trilogía sobre la antigüedad islámica tardía.

-Fue jurado del Príncipe de Asturias. ¿Dónde queda don Pelayo?

-En los libros de Historia, que es donde debe estar.

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