Llevan una década preocupados por cómo se alimenta la ciudad. La pareja formada por Lilian Weikert (Barcelona 1971) y Jaime Gastalver, (Sevilla 1972), matemática paisajista ella y arquitecto él, gestiona en el edificio Rompemoldes de Sevilla una vivienda con taller de Gastrosofía (Laplasita). También son cofundadores y patronos de la Fundación Espacio Res, lugar de apoyo y promoción del emprendimiento, un proyecto de innovación social donde operan más de 30 empresas y startups, y donde está su estudio de arquitectura.

-Habéis ganado un concurso de la empresa municipal de la vivienda en el que proyectáis crear un parque agrario en Sevilla.

-Sí, nos presentamos con el estudio Arquitectura a Contrapelo y Arquitectura Forum. Emvisesa pedía 135 viviendas experimentales en Valdezorras. Nuestro proyecto consiste en convertir en parque agrario la franja desde los huertos urbanos del parque Miraflores hasta Valdezorras. En ese espacio se inserta el edificio de viviendas y dotaciones relacionadas con el mundo agrario: viveros y laboratorios y, en planta baja, espacio para un zoco semanal o mensual donde productores locales puedan vender sus productos. Una gran cocina sirve a las distintas tipologías de viviendas y al zoco. Parte de sus habitantes tienen que estar relacionados con el mundo agrario.

Queremos montar una red por la alimentación en Sevilla y proponer que se creen parques agrarios

-Suena muy bien ¿en qué consiste un parque agrario?

-Su principal misión es alimentar a la ciudad cercana, producir alimentos; también sensibilizar y proteger espacios productivos para que el suelo no acabe cediéndose a centros comerciales, polígonos...

-¿En Andalucía también hay experiencias de este tipo?

-En Granada y Málaga hay parque agrarios que están produciendo ya para la ciudad cercana. Tienen actividades de educación ambiental y conocimiento de las especies, por ejemplo. Hay que proteger ese territorio por ser sostenible, productivo y rentable. Se trata de ir extendiendo y conectando los espacios de la ciudad que se dedican a huertos.

-¿Y en el resto de España?

-Los parques agrarios que existen en España desde hace 20 años o más están funcionando. Baix Llobregat fue de los primeros y es el que más éxito tiene. A nivel nacional los parques agrarios no tienen protección especial, aunque existe un debate sobre esta posibilidad. En Cataluña se ha publicado recientemente la ley de protección de los espacios agrarios.

-Es entender la ciudad como lugar productivo.

-Se prevé que en muy poco tiempo un porcentaje muy alto de la población mundial vivirá en grandes ciudades, con lo que algo tiene que cambiar si queremos que se pueda vivir bien en esas ciudades. Hoy vemos una conciencia verde en las ciudades, en los parques. Se pueden convertir los espacios verdes y las franjas residuales en suelos productivos y estudiar qué se puede plantar...Es un buen momento para hablar de estos temas. Ahora hay mucha más conciencia sobre el verde urbano y empieza a haber también mucha necesidad de información sobre la alimentación. La gente está preocupada por cómo come, qué come... No lo está tanto por cómo se producen esos alimentos...

-Este modelo de ciudad es beneficioso para todos.

-Una política de este tipo a diez años vista mejora la lucha contra el cambio climático y aporta otro modo de entender las ciudades mejor que el que tenemos. En suma, aporta soluciones para más de un problema: más verde en las ciudades puede mitigar el cambio climático y ese verde nos puede dar de comer y sensibilizarnos en cómo comemos. Es un hecho que cada vez comemos peor, a pesar de que cada vez se producen más alimentos. Antes los gordos eran los ricos, y hoy los gordos son los pobres porque la fruta es más cara que una comida rápida....

-Los detractores de este modelo pueden decir que los suelos libres hay que aprovecharlos para constuir viviendas.

-La ciudad productiva y el parque agrario no van en contra de no hacer viviendas u otros desarrollos. Necesitamos dormir y tener un cobijo digno y necesitamos comer. Esta ciudad productiva genera puestos de trabajo. No es una amenaza sino una oportunidad.

-¿Cómo surgió la idea de trabajar la alimentación de las ciudades?

-Este premio recoge los frutos de un trabajo que venimos realizando desde hace una década. La huelga de mercancías de 2008 que sufrió el país dejó desabastecidas las ciudades. Aquello nos hizo pensar en cómo se podrían alimentar las ciudades. Empezamos a analizar el planeamiento urbanístico desde el punto de vista de la alimentación. En Europa se hace poco. En 2016 en la Expo de Milán este ha sido uno de sus temas centrales y la FAO está muy preocupada por la alimentación en los países mal llamados desarrollados.

-Vuestra idea es crear una red de Sevilla por la alimentación.

-Sí, queremos montar un centro de pensamiento sobre la alimentación en Sevilla, una red de organizaciones para intentar desarrollarlo más. Una red de Sevilla por la alimentación. Hay más gente interesada. Y proponer a las administraciones que piensen en crear parques agrarios en el área metropolitana de Sevilla. El 17 de octubre organizamos unas charlas en la Fundación Espacio Res (Avenida República Argentina 25) sobre ciudad y alimentación y sobre red alimentaria. Queremos que sirva como pistoletazo de salida....