Entrevistas

"Un 10% son malísimos divorcios en los que los niños sufren"

-En Dos Hermanas, un juez da la custodia de su hija a un hombre condenado por maltrato. ¿Se equivoca?

-En un caso de violencia, la relación del maltratador con el hijo debe restringirse o incluso suprimirse. El problema es determinar si ha habido malos tratos y de qué tipo.

-¿No lo resuelve la Ley contra la Violencia de Género?

-Uno de los defectos de la ley es que ha metido en el mismo saco circunstancias muy diferentes. No es lo mismo una simple disputa por la situación estresante de un divorcio, que malos tratos físicos continuados y reiterados.

-¿El juez consideraba apto para tratar con su hija al padre de Dos Hermanas?

-Parece que ha considerado que la situación de malos tratos era leve o muy ceñida a unas determinadas circunstancias. Eso se valora en función de la relación con la hija.

-¿Que porcentaje hay de divorcios con estas tensiones patológicas y condenas para ambas partes?

-Entre un cinco y un diez por ciento son malísimos divorcios, de esos en los que los niños sufren mucho.

-Hay medio millón de personas concernidas por los divorcios todos los años en España, entre padres e hijos. Una cifra extraordinaria.

-España es el cuarto país de Europa en porcentaje de divorcios. Aquí se celebran unas 210.000 bodas al año y unos 135.000 divorcios, lo que significa que dos de cada tres matrimonios se rompen.

-El divorcio empobrece. ¿Se ha notado la crisis económica, con menos divorcios?

-La cifra es similar al año pasado. Pero se ha notado la crisis en las peticiones para rebajar las pensiones de gente que ha perdido el empleo.

-En los malos divorcios, ¿cómo queda la custodia?

-En los buenos y en los malos divorcios, la custodia suele ser monoparental y de la madre. Hoy día en Europa a lo que se va es a la coparentalidad. En las resoluciones detallamos las facultades que son inherentes a la patria potestad, que se sigue ejerciendo conjuntamente: elegir centro escolar, participar en las celebraciones religiosas, acudir a las tutorías en el colegio, decisiones sobre intervenciones quirúrgicas...

-La custodia lleva aparejada la vivienda familiar, aunque sea muy grande y muy cara.

-Los niños llevan la casa bajo el brazo. El artículo 96 del Código Civil debería ser reformado y dejar algún margen de maniobra al juez. La casa a veces genera falsas disputas sobre la custodia.

-¿Qué metería en la ley?

-Una sesión informativa sobre mediación familiar para todo candidato al divorcio.

-¿Los hijos se posicionan?

-Cuando hay un conflicto entre los padres, una de las maneras de sobrevivir de los hijos es tomar partido. Otras veces, desdoblan le dicen a cada uno lo que quiere oír: hay niños que cuando llega la madre lloran, porque han estado con el padre. Pero cuando están con el padre están encantados. Y a la inversa.

-¿Cuántos divorcios se producen en buena armonía?

-Más de la mitad de los divorciados no vuelven a aparecer. Nuestra estadística es la de los malos, que rebotan aquí constantemente.

-Con incumplimientos.

-Generalmente por impago de pensiones, y hay que disponer el embargo de bienes o sueldo. De todas formas hay un fondo de garantía de pensiones alimenticias que puede llegar a 100 euros al mes.

-Con las visitas hay litigios.

-Los puntos de encuentro familiar han mejorado muchísimo el contacto de los padres con los hijos. Antes se interrumpían las visitas y había que acordar la entrega en el cuartelillo de la Policía Local.

-Esto permite un control.

-Antes había dos versiones contradictorias. Ahora en el punto de encuentro se toma nota de las incidencias: llegó tarde, no vino, el niño cuando deja a la madre y se abraza al padre está encantado. Con todo eso se hacen informes que a la hora de decidir los jueces son fundamentales.

-¿Los partes del punto de encuentro sirvieron para retirar la custodia a la madre de Dos Hermanas?

-La ley de enjuiciamiento civil prevé específicamente el cambio de la custodia cuando hay incumplimiento.

-Usted tiene un decálogo del buen divorcio. Resúmalo.

-Que piensen en los hijos y que hablen entre ellos.

-¿Se espera demasiado de los jueces?

-El divorcio es mucho más que un problema legal. Por eso soy un enamorado de la mediación, porque devuelve el conflicto a los protagonistas. No se puede pretender que un juez resuelva un conflicto complejo, jurídico, piscológico, emocional, patrimonial en la media hora que dura el juicio y en la hora que estudia la documentación. La solución la tiene la pareja: reflexionen, dialoguen.

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