Susana Subirana | 'Ilustraora'

"Sin los turistas, los tablaos no funcionarían"

"No pondría las palabras Rosalía y flamenco juntas"

"No pondría las palabras Rosalía y flamenco juntas"

La ilustraora barcelonesa Susana Subirana ha publicado, junto a la escritora Montse Ganges, De los pies a la cabeza. Mi primer vocabulario flamenco (Harper Kids), tercer título de sus libros relacionados con este arte, tras De qué están hechas las niñas flamencas y Cómo se llaman las niñas flamencas. "Es necesario que acerquemos el flamenco -Patrimonio de la Humanidad- a los niños", reclama la polifacética artista, cuyas creaciones más originales se pueden ver on line en la web www.laslolasplanet.com.

-Leo que se define como ilustraora.

-He sumado los dos conceptos, mis dos aficiones y profesiones. Soy pintora, ilustradora más bailaora.

-¿En España se puede comer de la ilustración?

-Se puede, pero depende de dónde te coloques el listón, de dónde tengas tus valores y tus prioridades. Si te vendes fácil, sí. Pero no es mi caso, porque suelo hacer cosas no directamente encaradas a ganar dinero. Por lo tanto, no tengo dinero.

-Hace lo que...

-Si la pregunta es: ¿consigue dinero con su trabajo? No, muy poco. Pero tengo la satisfacción de hacer lo que quiero y lo que creo.

-Es una suerte

-Es básico.

-¿Y de dónde le viene la afición al flamenco, de la rumba catalana?

-No me viene de mi entorno. Llegué primero al flamenco y luego a la rumba.

-¿Cómo se ilustra el flamenco?

-Se ilustra conociéndolo. Puedo dibujar y mostrar las partes que yo quiero del flamenco. Es como un abanico de colores.

-¿Cómo ha llegado a ese conocimiento?

-Por interés, por curiosidad y por mucho respeto al flamenco, mucha afición. Y, luego, mucho estudio.

-¿Cuántas horas de flamenco ha escuchado?

-Muchísimas. He escuchado más flamenco que cualquiera de aquí.

-El flamenco no es exclusivo de Andalucía.

-No. El hecho de ser andaluz te puede ayudar, pero no determina que seas un buen aficionado.

-Ha publicado De los pies a la cabeza. Mi primer vocabulario de flamenco. ¿Por qué ha escogido estas 15 palabras?

-Se dio así. No está tan pensado. Son 15 conceptos básicos para alguien que no haya escuchado nada de flamenco.

-Uno de esos conceptos es el duende. ¿En la vida hace falta tenerlo?

-Sí. Para mí está por delante la parte sentimental y racial del flamenco que la técnica, aunque una cosa sin la otra no te lleva a ningún lado, no funciona. Soy una gran admiradora de la gente que tiene ese arte implícito, que tiene duende.

-¿Por qué hay que acercar el flamenco a los niños?

-Porque hay que acerca todo a los niños. Tenemos que hacer una sociedad más amable, más amorosa, más colorida, más abierta. Y lo tenemos que hacer ya con los niños, que yo no tengo, pero que son una responsabilidad brutal.

-Ni que lo diga.

-Estamos en un momento en que el nivel musical es tan bajo, el nivel de exigencia cultural es tan bajo, que tenemos que hacer que los niños valoren el flamenco, un género muy rico.

-Dejando a un lado el fenómeno Rosalía, que tiene trazas de flamenco, ¿a los más pequeños les deberían sonar nombres como Morente, Paco de Lucía o Camarón?

-Esto merece una entrevista por sí sola. El fenómeno Rosalía es mediático y muy bien hecho, pero no es flamenco. No pondría las palabras Rosalía y flamenco juntas. Quiero que se me entienda. La conozco y es muy aficionada al flamenco, y muy buena gente.

-¡La conoce!

-Sí, es muy aficionada. Pero si hablamos de flamenco en Barcelona, hablemos de Montse Cortés o de tantas mujeres que luchan por llevar el flamenco adelante. Es muy difícil.

-Es verdad.

-Si mezclas el flamenco con otras músicas como el reggaeton, el rap... perfecto, porque llega a mucha más gente. Si sirve para que la gente abra los ojos y se interese por el flamenco, adelante el fenómeno Rosalía.

-Ese acercamiento a los niños, ¿lo hacemos desde la escuela?

-La escuela es muy importante, porque los niños se tiran muchas horas allí. Es muy importante que las actividades culturales que se hagan en la escuela sean abiertas, sin preferencias.

-¿Es el arte que más nos identifica fuera?

-Iba a decir tristemente, pero no. Alegremente, sí. Tenemos suerte de contar con los turistas, que aprecian tanto el flamenco. Si no fuera por los turistas, los tablaos no funcionarían.

-¿Se nutre del turismo?

-Totalmente. Un 95%, quizás. Gracias al turismo tenemos locales para ir a ver flamenco.

-¿Eso no lo acerca a un fenómeno kitsch?

-No, no lo identifica como un fenómeno kitsch, lo volvemos kitsch. Lo relacionamos con unos iconos fáciles para llegar a gente que no tiene ese conocimiento del flamenco. Es culpa nuestra.

-Tras toda esta conversación, ¿qué regalo a mis sobrinos por Navidad, un móvil o un disco de Camarón?

-Ojalá todos los padres se plantearan esa pregunta. Aparte de las escuelas, los padres tienen una responsabilidad muy grande. En la cama somos todos muy bueno y alegres. ¿Pero tienen claro cómo van a educar a los niños?

-Ya le digo que no.

-Es como el carné de conducir. No se lo daría a todo el mundo. O votar, todo el mundo puede votar. Te dan un boli y a votar. Me gustó el otro día que Rosalía se mojara con su "fuck Vox". Es muy importante que el nivel cultural suba.

-¿A qué se refiere?

-A que hay que viajar, ver gente diferente y apreciar la diferencia de pensamiento y de culturas. Me encanta la diferencia. Cómo puede ser que luego no la valoremos.

-Y yo que le preguntaba por el regalo de Navidad...

-Pues dependerá del bagaje de cada uno. Si los padres sólo escuchan reggaeton y las mierdas de músicas que se hacen hoy día, pues le darás lo que piden. Tampoco hay que regalar al niño La leyenda de tiempo, porque se va a aburrir. Pero sí le puedes dar mi libro.

-¡Perdone la descortesía!

-(Risas) Los niños no sólo se tienen que divertir con una pantalla.

-Eso es una pena.

-Pero los niños no tienen la culpa. Es responsabilidad de la persona mayor que está a su lado. Si pones un niño en el mundo, lo tienes que cuidar, que luego vota.

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